Los vecinos del bloque 28 del Polígono Virgend e África llevan viviendo desde hace años una gran desconsideración por el estado de las zonas comunes del edificio.
El portal, las escaleras y los pasillos de las diversas plantas se encuentran en un estado lamentable de mantenimiento, hay puertas y ventanas rotas y se considera la posibilidad de que en la última planta esté viviendo alguien como okupa.
La deplorable situación ha llevado a los vecinos al extremo de tener que subir las escaleras iluminados por el destello de linternas, debido a la carencia de luz de las instalaciones. Así han estado hasta ayer, día en que se reanudó el servicio eléctrico, ya que las condiciones de vida sufridas no habían sido transmitidas a la gestoría que se ocupa de esta comunidad de vecinos. Tras recibir la información el jueves, la empresa encargada realizó los trámites oportunos para que se reanudase el servicio. Los habitantes llevan casi 14 años sufriendo los desperfectos que personas ajenas al bloque han estado produciendo. De este modo, durante este periodo de tiempo han tenido el portero automático estropeado y la puerta del portal rota, lo que favorece el libre e incontrolado acceso al edificio por parte de cualquiera.
La situación se agrava cuando se sube a la quinta planta, la de la azotea. Allí se pueden encontrar un cubo con orín y un colchón, lo que hace creer a los habitantes de la zona que el bloque puede estar siendo utilizado por terceras personas para dormir o pasar algunos momentos del día. La cantidad de suciedad, diseminada por el suelo y las paredes, en las que hay incluso escupitajos, sobrepasa el aguante de los vecinos.
Los, aproximadamente, 26 vecinos del bloque viven en estas condiciones desde hace años y algunos de ellos afirman que muchos no pagan comunidad. Se especula incluso con que la situación sea interesada por parte de alguno, ya que tras reparar los desperfectos en anteriores ocasiones, las puertas y ventanas vuelven a forzarse.