La pasada semana se me asignó por parte de la coordinación de la XIII Edición del Máster Propio en Dirección y Administración de Empresas Turísticas de la Universidad de Granada, acompañar a los estudiantes a realizar una actividad en el centro Andalucía Lab, dependiente de la Empresa Pública de Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía. La idea era que los estudiantes realizaran varios talleres con los expertos del centro, en los que se les mostraran las últimas tendencias del comercio digital turístico y las nuevas tecnologías aplicadas al sector.
La experiencia ha sido muy provechosa desde el punto de vista académico, y de cara al futuro profesional de nuestros alumnos. El Máster es uno de los más veteranos de la Universidad de Granada, que cuenta en su haber con que más del 50% de sus estudiantes son contratados al finalizar su formación por las empresas que los acogieron en prácticas, o por otras del sector, que valoran muy positivamente esta disciplina. El número de ediciones da cuenta de lo que digo. Y, si bien, en los años centrales de la reciente crisis financiera la cantidad de estudiantes matriculados bajó, este año ha vuelto a subir a más del doble de la edición anterior. Esperemos que en Ceuta ocurra igual cuando convoquemos la tercera edición.
El interés renovado de los estudiantes de nuestro máster de turismo va a la par con el informe que la Organización Mundial del Turismo (OMT), publicaba en estos días, en el que se reflejaba que los destinos turísticos del mundo recibieron 1.100 millones de turistas internacionales en 2017, lo que suponía un incremento del 7% respecto al año anterior, que significaba 70 millones más de llegadas. Es digno de resaltar que destinos como Europa Meridional y Mediterránea, Norte de África y Oriente Medio dieron muestras de extraordinaria fortaleza, en palabras del propio organismo. Es decir, el turismo sigue incrementándose pese a los problemas existentes.
La explicación a este continuo incremento de la potencialidad del turismo en el mundo puede deberse a varios factores. Según Taleb Rifai, Secretario General de la OMT, “estos buenos resultados, los mejores que hemos visto en años, reflejan la demanda sostenida de viajes en todo el mundo, en sintonía con una economía global en mejor estado y el repunte de destinos que sufrieron descensos en años anteriores”. Pero también, en la segunda Conferencia de la OMT y la UNESCO sobre Turismo y Cultura, celebrado en Omán en este mes de diciembre, se reconocía que “…la fuerte resistencia del turismo reflejada e el continuo crecimiento de destinos de Oriente Medio y la rápida recuperación de otros, es debido a que el turismo genera beneficios para las comunidades locales y para los visitantes al impulsar la paz y el entendimiento mutuo y, como pone de relieve este evento, el respeto por el patrimonio cultural y los valores”.
Evidentemente, el turismo bien enfocado es cultura y desarrollo económico local. Las personas ya no se conforman con contemplar maravillosos parajes en los canales de televisión. A casi todos nos gustaría visitar las maravillas que nos ofrece la naturaleza, experimentar nuevas costumbre y nuevas culturas, y mezclarnos con nuestros hermanos de otras latitudes. Quién no disfrutaría contemplando el Machu Picchu, en Perú, el Chichén Itzá, en México, el Coliseo de Roma, en Italia, La Gran Muralla China, o el Taj Mahal, en India. O más sencillo todavía. Comiéndose una hamburguesa en el Watermelon de Nueva York, tomándose una pinta de cerveza en alguna vieja taberna de Dublin, o un guisado de reno en Finlandia.
El turismo es imparable. Y esto lo entienden bien los buenos profesionales de Andalucía Lab, que además de ofrecer sus instalaciones para usarlas como coworking, también asesoran a pequeñas y medianas empresas turísticas sobre cómo adaptarse a las nuevas tendencias del marketing a través de las redes sociales, las wifi personalizadas, transportes eléctricos o, simplemente, cómo no perecer en el intento al intentar montar una pequeña empresa.
En Ceuta llevamos bastante tiempo intentando convertir la ciudad en destino turístico. Pese a los problemas existentes en la frontera con Marruecos, y a la carestía de los transportes marítimos, algunos entendemos que hay muchas potencialidades para el desarrollo del turismo sostenible y cultural en aspectos tales como el turismo militar, el patrimonio arqueológico que da cuenta de las múltiples culturas que han pasado por este privilegiado enclave entre dos mares, y también el gastronómico y deportivo. Es cuestión de ponerse manos a la obra y reunir a todas las partes interesadas en una comisión que aborde el tema desde todos las perspectivas que sean necesarias.