La plantilla de la planta de transferencia de residuos de Ceuta se encuentra en una situación de incertidumbre y malestar ante el estancamiento en la negociación del nuevo convenio colectivo. Tal y como ha recordado CCOO, este fue denunciado formalmente en diciembre de 2023, pero desde entonces no se ha producido ningún avance significativo, lo que ha llevado a los trabajadores a plantear un posible calendario de movilizaciones.
"Esta situación se produce por el limbo legal en el que está este servicio desde hace cinco años al no salir a licitación el contrato", ha afeado Comisiones Obreras en nota de prensa.
El origen del conflicto se remonta a hace cinco años, cuando el contrato del servicio quedó sin licitar. Desde entonces, la planta opera en un "limbo legal" que afecta directamente a las condiciones laborales y a la seguridad jurídica de la plantilla. La empresa concesionaria, Urbaser, y la representación legal de los trabajadores decidieron iniciar un proceso de negociación, que comenzó con la presentación de una plataforma por parte de CCOO.
Urbaser aceptó comenzar las negociaciones del convenio
La propuesta sindical fue aceptada inicialmente por la empresa, que se mostró dispuesta a mantener las condiciones básicas del convenio vigente –actualmente regulado bajo el ámbito de limpieza viaria– y adaptarlas a la realidad específica de una planta de transferencia.
Este punto fue considerado positivo por ambas partes, sentando las bases para un posible acuerdo.
Sin embargo, el proceso quedó paralizado debido a un obstáculo legal planteado por Urbaser: la empresa señaló que no podía firmar el nuevo convenio mientras el contrato se encontrara en fase preconcursal, alegando que una futura adjudicación a otra empresa podría poner en cuestión la validez del acuerdo.
Para desbloquear esta situación, el delegado de CCOO, Mohamed Chergui, mantuvo una reunión con el consejero de Fomento, Medio Ambiente y Servicios Urbanos, Alejandro Ramírez. En dicho encuentro, Ramírez aseguró que no existía impedimento alguno desde la administración para que se avalara el convenio entre la empresa y la representación legal de la plantilla, incluso en un contexto de transición contractual.
Después de un mes nada ha cambiado
A pesar de esta garantía institucional, ha pasado más de un mes desde aquella reunión sin que se haya producido movimiento alguno por parte de la empresa para reactivar la negociación o proceder a la firma del convenio. CCOO no entiende que transcurrido un mes de dicha reunión aún no se haya desbloqueado la negociación para firmar el convenio.
Este nuevo retraso ha generado un fuerte descontento entre los trabajadores, que ven cómo su situación sigue sin resolverse y sus derechos laborales continúan sin actualizarse a la realidad del servicio que prestan.
Estudian un calendario de movilizaciones
Ante esta falta de avances, la plantilla estudia la posibilidad de iniciar un calendario de movilizaciones. Estas acciones irían dirigidas a exigir la licitación inmediata del contrato y la firma del convenio colectivo que garantice condiciones laborales adecuadas y estables.
Desde Comisiones Obreras han manifestado su pleno respaldo a cualquier decisión que adopten los trabajadores de la planta. El sindicato ha dejado claro que estará a disposición de la plantilla para apoyar todas las medidas que se estimen necesarias con el fin de reclamar sus derechos laborales y acabar con una situación que consideran inaceptable.
La plantilla espera que las administraciones y la empresa actúen con responsabilidad para desbloquear una negociación que lleva demasiado tiempo estancada. Mientras tanto, el clima de tensión aumenta, y la amenaza de movilizaciones se perfila como una respuesta inevitable si no se producen avances inmediatos.
Una situación de inseguridad jurídica prolongada no solo dificulta la planificación del servicio, sino que pone en riesgo la estabilidad de los trabajadores.