El subsidio del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) para mayores de 52 años se encuentra en el punto de mira de los cambios en su regulación que afectarán a miles de personas, según la información difundida por COPE, cuya delegación en Ceuta forma parte del Grupo Faro.
El SEPE ha lanzado un aviso importante dirigido a quienes nacieron en 1973 o en años anteriores, recordando que les quedan solo unos meses para beneficiarse de una prestación que sufrirá transformaciones con la entrada en vigor de la reforma del nivel asistencial en 2025.
Un subsidio clave para quienes han agotado el paro
El subsidio para mayores de 52 años constituye un apoyo económico dirigido a los desempleados que ya han consumido la prestación contributiva por desempleo.
Su principal ventaja es que se mantiene hasta alcanzar la edad ordinaria de jubilación, siempre que se cumpla con el requisito de cotización. En 2025, la edad de retiro ordinaria se situará en 66 años y 8 meses, salvo para quienes acrediten al menos 38 años y 3 meses cotizados, que podrán jubilarse antes.
El importe de este subsidio equivale al 80% del IPREM (Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples), lo que en la práctica supone unos 480 euros al mes. Aunque la cuantía no es elevada, se trata de un alivio fundamental para quienes se encuentran en desempleo prolongado en la recta final de su vida laboral.
Cómo solicitar el subsidio
Uno de los puntos que recalca el SEPE es que el plazo para pedir esta ayuda es máximo de 15 días hábiles tras agotar la prestación contributiva. El trámite puede formalizarse a través de la sede electrónica del SEPE, en las oficinas de prestaciones, por registro público o incluso mediante correo administrativo.
Para completar la solicitud es obligatorio presentar documentación básica: DNI, NIE o pasaporte, un justificante bancario con el número de cuenta del solicitante y la declaración de la Renta correspondiente al último ejercicio fiscal.
Cambios que introduce la reforma del nivel asistencial
El Gobierno ha planteado la reforma del nivel asistencial con varios objetivos: simplificar trámites, reducir la burocracia y mejorar la flexibilidad de acceso a las prestaciones, tal y como informa COPE.
Entre los cambios más destacados figura la supresión del mes de espera que actualmente retrasa el acceso a los subsidios. Además, se amplía a seis meses el plazo para solicitar las ayudas y se elimina la obligación de acreditar carencia de rentas tanto a nivel individual como en la unidad familiar.
Sin embargo, en paralelo se introducen nuevas exigencias. Los beneficiarios del subsidio para mayores de 52 años deberán presentar la declaración de la Renta de forma obligatoria, incluso aunque sus ingresos no superen el mínimo habitual que activa esa obligación.
Novedades fiscales y umbrales de ingresos
Este requisito fiscal se enlaza con una modificación en los límites de ingresos que obligan a declarar. La reforma eleva de 1.500 a 2.500 euros los rendimientos íntegros de trabajo obtenidos de un segundo pagador que activan la obligación de realizar la declaración del IRPF. Asimismo, se especifica que quienes tengan ingresos inferiores a 22.000 euros anuales estarán exentos, salvo en los casos vinculados al subsidio.
Compatibilizar subsidio y empleo

Otro aspecto novedoso es la posibilidad de combinar la ayuda con un contrato laboral. A partir de la entrada en vigor de la reforma, el subsidio podrá compatibilizarse con un empleo por cuenta ajena, ya sea a jornada completa o parcial, durante un máximo de 180 días.
Esta medida busca facilitar la reincorporación al mercado laboral, permitiendo que quienes consigan un empleo temporal no pierdan de inmediato el derecho al subsidio, siempre que respeten los límites de ingresos establecidos.
Última oportunidad para los nacidos en 1973 o antes
El mensaje del SEPE es claro: quienes hayan nacido en 1973 o antes y cumplan los requisitos todavía están a tiempo de solicitar esta prestación bajo las condiciones actuales. A partir de 2025, el marco regulador cambiará y las obligaciones fiscales se endurecerán.
Para muchos trabajadores en edad madura, este subsidio representa un salvavidas que garantiza una mínima estabilidad económica hasta la jubilación. De ahí que las autoridades recomienden informarse cuanto antes y no dejar pasar los plazos.
Una reforma con doble cara
Si bien las modificaciones introducidas pretenden facilitar el acceso y modernizar la gestión de las ayudas, también plantean mayores exigencias de control fiscal y nuevas condiciones que algunos beneficiarios podrían percibir como un obstáculo añadido. En cualquier caso, lo cierto es que el subsidio para mayores de 52 años seguirá existiendo, pero con normas actualizadas que buscan adaptarlo a la realidad actual del empleo y las finanzas públicas.
El SEPE avisa: el tiempo apremia para quienes cumplan los criterios de edad y desempleo. La ayuda para mayores de 52 años, en su formato actual, desaparecerá en los próximos meses para dar paso a una versión reformada que promete ser más ágil, pero también más estricta en lo fiscal.
Por eso, los nacidos en 1973 o antes deben estar atentos: solicitar el subsidio antes de la entrada en vigor de la reforma puede marcar la diferencia entre acogerse a unas condiciones más flexibles o afrontar los nuevos requisitos obligatorios a partir de 2025.






