La agrupación de Josemi Romero y Paco Pino llevará al Revellín “una chirigota que divierta al aficionado”, clásica y crítica. Whatsapp, fundamental para sus ensayos
“Rara vez” se decide la chirigota de Josemi Romero y Paco Pino por un tipo tan pronto, pero este año sí ha ocurrido así. Como siempre, en el local, “con unas copas y un bocadillo de lomo”, antes del verano salió la idea, a la que el propio Romero aportó el nombre: ‘Los Ki’. En ese momento comenzó a funcionar la maquinaria chirigotera para ir preparando la agrupación. Este conjunto intentará llevar “una chirigota que agrade al público y divierta al aficionado”. Se trata de un tipo “muy de aquí, muy ceutí” y “cuando la gente vea la idea puesta encima del escenario es cuando se va a dar cuenta de lo que significa el nombre”. También es “muy localista”. Romero explica que a medida que iban pasando los ensayos, los componentes se iban metiendo más en el tipo y la idea iba cobrando aún más sentido. “Desde el principio sabíamos que podía dar juego (...) pero conforme te vas metiendo en el personaje lo vas conociendo más y le vas dando la personalidad que quieres”, apunta el autor de la agrupación. En cuanto al repertorio, Romero dice que “siempre se busca la crítica y, quizás, despertar un poquito conciencias o tocar temas que puedan hacer pensar a la gente”. Además de que “una chirigota tiene que hacer reír, o por lo menos intentarlo”. La clave, “tener su doble sentido y buscar también la crítica y meter el dedo en la llaga, por supuesto”. Este año, Romero y los suyos volverán a ser fieles a su estilo, “una chirigota clásica, sin olvidar cómo va la evolución del carnaval”. Puntualiza que “clásico no quiere decir antiguo, es clásico. Dentro de esto, con su saborcito moderno y los toquecitos que se están llevando ahora. Tienes que pensar también en el aficionado, ofrecerle lo tuyo, que tienes un sello y una cosita que es tuya y no se puede cambiar, pero hay que ir con los tiempos. Creo que lo estamos consiguiendo”. Para Romero, el repertorio es “bueno, clásico, localista y de calidad”, y está “currado y trabajado”. El grupo es el mismo del año pasado, un conjunto con experiencia que trabaja muy bien: “Tampoco hay que decirle muchas cosas. (...) Prácticamente las cosas van rodadas y cada uno sabe lo que tiene que hacer”. Para Romero, subirse a un escenario siempre es una responsabilidad y “tienes que estar a la altura”. El hecho de llevar tres primeros premios seguidos hace que “el que viene, viene a ganarte a ti porque eres la chirigota a batir”. No obstante, esto tampoco le quita el sueño. “Tenemos que hacer nuestro trabajo, creo que lo hacemos bien, o al menos gusta. Eso lo tiene que valorar el público y un jurado... Todo el mundo quiere volver a ganar”, añade. Este chirigotero es consciente de que este año hay más competencia. No obstante, esta agrupación se exige lo mismo porque “lo primero que tienes que hacer es gustar a la gente, y cuanto más, mejor. A la gente siempre tienes que presentarle lo mejor de ti, venga quien venga y compitas contra quien compitas”. Desde hace varios años, la de Romero y Pino es una ‘chirigota 2.0’. Y es que muchos ensayos han sido sustituidos por una comunicación constante a través de un grupo de Whatsapp. Este sistema de trabajo les permite ensayar un día a la semana, habitualmente los viernes, y a partir de enero ya ensayan dos días. Esto es posible ya que el grupo también facilita la labor, porque se aprende pronto el repertorio. “Sabemos que tenemos que ir a tema por día, cada semana, la gente hace los deberes en la casa, aprenderse las letras. Tú tienes que venir el viernes con el cuplé aprendido y yo tengo que traer otro. Es así”, explica. Esta forma de funcionar no significa que haya menos trabajo, sino que hay una parte muy importante que no se ve: “El trabajo es duro, lo que pasa es que lo hemos planteado así y lo estamos haciendo como se debe, con trabajo. No es que no trabajemos porque ensayamos menos días, sino que el día que ensayamos, lo hacemos bien, simplemente”. Para esta chirigota, el COAC es muy importante, pero también lo es la calle. Antes de que comiencen los festejos ya tiene programada la semana entera de carnaval y está negociando para alguna actuación en la península. “Nosotros queremos disfrutarlo, no solo el concurso. Desde siempre, una cosa que nos ha caracterizado es que el sábado es el concurso, pues al día siguiente ya estamos en la calle, y no nos recogemos hasta el domingo siguiente no, al otro. Podemos estar dos y tres semanas de carnaval y actuaciones. Creo que, a fin de cuentas, es lo que uno se lleva, echarte 20 euros al bolsillo y volver a casa con 25 (risas),y te has hinchado. Disfrutar, echar el rato y estar con tu gente. Es lo que se busca”, apunta. Su deseo para el carnaval 2016: “Que lo pasemos bien y que la gente participe, salga a la calle, se disfrace, disfrace a los chiquillos y vaya llevando a los niños a los sitios, que estas son tradiciones nuestras, que la gente lo vea y se le meta el gusanillo, que es muy bonito”. Para ello, ‘Los Ki’ aportará “lo que viene aportando la chirigota de O’Donnell desde hace 30 años: diversión, por lo menos, y pasar un buen rato”.