El traslado del Cristo de Medinaceli, el Señor de Ceuta, desde el Príncipe hasta la Casa de Hermandad de la Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado y María Santísima de los Dolores, que cumple este 2021 75 años, marca cada año el inicio oficial de la Semana Mayor de Ceuta. Este sábado la Semana Santa de nuestra ciudad debía vivir uno de sus momentos más esperados. Un traslado que, cada vez, reúne a miles de ceutíes y que tendrá que esperar a repetirse mínimo hasta 2022. Una imagen que se repite año tras año y que el coronavirus ha vuelto a robar a los ceutíes por segundo consecutivo.
“Este año también nos hemos visto sin salir. El año pasado fue peor todavía porque estábamos confinados y no podíamos salir a nada. Este año sí que podemos salir y podemos visitar las diferentes iglesias, donde va a haber una serie de actos dedicados a las imágenes de cada cofradía”, comentaba para FaroTV Isidro Cortina, Hermano Mayor de la cofradía del Medinaceli.
El Medinaceli permanecerá en la Catedral durante toda la Semana Santa, sin poder salir, algo que los costaleros soportan con abnegación, resignados, y con la esperanza en que el próximo año sí puedan hacerlo.
“Es una tradición muy antigua la que tiene esta imagen con la ciudad y por eso tiene un apego tan grande y le llaman el señor de Ceuta. Todas las imágenes son importantes, pero hay algunas que están pegadas al pueblo como ocurre con esta”, explicó Isidro Cortina.
Tampoco, por segundo año consecutivo, podrá el Señor de Ceuta realizar la tradicional ceremonia de liberar a un cautivo de la prisión, debido a las medidas de prevención contra el COVID-19. “Este año tampoco se puede hacer porque con el tema de la pandemia todos los actos están restringidos. si Dios quiere cuando volvamos a retomar el traslado, se realizará la liberación del preso igual que se ha hecho siempre”.
El Medinaceli, debido a las circunstancias de la pandemia, permanecerá en la Santa Iglesia Catedral hasta después del Domingo de Resurrección. “Ahora mismo como está la situación de la pandemia no nos atrevíamos a mover la imagen hasta San Ildefonso. Cuando ya pase todo esto la llevaremos allí, donde le hacemos su misa cada viernes a las seis y media de la tarde”, proseguía.
Una Semana Mayor que, sin duda, será distinta pero que puede ser un buen momento de oración, reflexión y recogimiento para vivir una Semana Santa más íntima, aunque seguirá estando presente de manera simbólica en la ciudad a pesar de la pandemia. “La Semana Santa se lleva dentro en el corazón, los cofrades por supuesto, pero el pueblo también debe entender la Semana Santa también es hacer caridad, rezar ante las imágenes y pedirle lo que uno considere”, concluyó.