Sus orígenes se remontan a la década de los setenta, cuando era un salón de té. A base de esfuerzo, se va conformando lo que hoy es una de las visitas obligadas al que viene de Ceuta y un lugar habitual de almuerzos, cenas y celebraciones para el ceutí: el Restaurante Oasis.
Abselam, su encargado y perfecto anfitrión, nos recibió con una pequeña muestra de la amplia gastronomía que ofrece el Restaurante Oasis: Bastela, pinchitos -los tradicionales y los de kefta- y los diferentes tipos de cuscús. A su vez, explica cada plato, las peculiaridades y curiosidades de cada uno.
Concebido desde sus inicios como un negocio familiar, al principio era un salón de té ubicado en un terreno en el Monte Hacho, donde Ramón Pouso y su esposaMalika, también van a instalar lo que será su hogar. Ahí comienza a gestarse e iniciarse lo que será todo un proyecto de vida: el Restaurante Oasis.
Desde los amplios ventanales de cualquiera de sus salones se divisa la silueta de la ciudad y el mismo Estrecho de Gibraltar, con el perfil de la península en los claros días de poniente.
Sus vistas panorámicas, sus acogedores salones y su gastronomía, son de visita obligada en Ceuta- En el Restaurante Oasis se disfruta toda la carta en un entorno incomparable, con vistas a la ciudad, el Hacho y el mar.
Salones
El Restaurante Oasis dispone de varios salones: el palaciego, una auténtica obra de artesanía y decoración árabe; el salón de la luz, dispuesto al principio del restaurante, cuyos ventanales hacia el mar lo dotan de gran luminosidad; y la terraza donde, cuando el tiempo acompaña, es el lugar ideal para el té y las pastas, con vistas a la unión del Mediterráneo y el Atlántico. Además, disponen de menús degustación , con una selección de sus mejores platos, y de menús especiales para celebraciones.
www.restauranteoasis.es
En su página web podemos acceder a una completa información sobre el restaurante, desde la historia, la carta, los menús, teléfonos para reservar o recoger pedidos (pues también elaboran platos para llevar) e incluso unas indicaciones de cómo llegar.
La gastronomía no entiende de fronteras
Platos de Marruecos, Costa de Marfil, Siria, Venezuela, México, Afganistán, Rusia, El Salvador y Camerún inauguran #Acogeunplato, un recetario del mundo elaborado por refugiados y apadrinado por el afamado chef Pepe Rodríguez porque “la gastronomía no entiende de fronteras”. La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha puesto a principio de mayo en marcha esta iniciativa con la intención de seguir reclamando una “acogida más generosa”, ha explicado a Efe durante la presentación de la campaña su secretaria general, Estrella Galán.
Para ello han contado con la colaboración de Pepe Rodríguez, que ha reinterpretado en las cocinas del centro de acogida que la entidad tiene en la localidad madrileña de Getafe la bastela marroquí para convertirla en un Crujiente de pollo con aromas de Magreb.
En su opinión, “la cocina siempre fue una mezcla y nunca tuvo fronteras; no existe la cocina castellanomanchega ni la leonesa, existía la de un lado del río y la del otro; le hemos puesto rayas geográficas y mapas, pero es universal”.
No habría podido preparar este plato sin la ayuda de Imane, que llegó hace once años escapando de “un matrimonio de engaño muy complicado”; ahora sueña con poder abrir un bar pequeño donde poder fusionar la gastronomía árabe y española, que le encanta.
#Acogeunplato es un recetario “abierto” que irán engrosando otros refugiados en la web www.acogeunplato.org, en la que pueden acompañar sus platos con las historias de violencia que les forzaron a abandonar su país.
Anas anhela que “hoy o mañana acabe la guerra” en Siria, pero cree que “desgraciadamente queda mucho tiempo”; esa situación es la que le llevó a volar a Argelia y cruzar Marruecos antes de ingresar en el CETI de Melilla, donde estuvo tres meses antes de llegar a Madrid. Cuatro años después, trabaja como ayudante en la cocina del centro de acogida, elaborando platos españoles que "están muy ricos", aunque no menos que el Baba Ganoush . Esta iniciativa saltará dentro de poco a otras zonas de España en las que, según Galán, otros refugiados y renombrados cocineros enriquecerán este particular “libro de recetas del mundo”, que permitirán conocer “un poco más a estas personas”.