Salvamento Marítimo rescató a primera hora de ayer a 14 subsaharianos, entre ellos tres mujeres, cuando estaban a punto de naufragar después de que la embarcación a motor que ocupaban sufriera una avería. Todos los inmigrantes fueron evacuados por la unidad de Salvamar hasta el puerto deportivo, sin que llegara a intervenir la Guardia Civil en el operativo.
Allí Cruz Roja les prestó asistencia sociosanitaria, comprobando, salvo algún caso de hipotermia leve, que estaban en buen estado de salud.
Esta intervención, que se suma a la llevada a cabo el pasado sábado en el Desnarigado, tuvo lugar a las 7.00 horas, cuando una llamada de emergencia al centro de Salvamento en Tarifa alertaba de la presencia de una embarcación en apuros a unas dos millas de la costa sur. Cuando llegó la unidad Gadir, con base en Ceuta, la pequeña lancha estaba a punto de zozobrar debido a la gran cantidad de personas que soportaba. Salvamento se hizo con los subsaharianos y la embarcación a motor, trasladándolos a la base del puerto deportivo. Allí la Benemérita se quedó con la pequeña lancha, que ha quedado intervenida y que tiene señas de identificación, mientras que la Gadir se quedó con el motor.
La intervención de ayer se suma a las que se han ido produciendo en estos últimos meses y que vienen a demostrar la existencia de un repunte migratorio por mar. El uso de las balsas ha pasado al de las pequeñas embarcaciones a motor características de los recientes servicios tanto de Salvamento como de la Benemérita. Un hecho que el propio delegado reconocía el domingo aventurando incluso una mayor presión migratoria para este verano con el uso de las motos de agua para colar, de nuevo, a sin papeles.
Según los datos de Frontex publicados a principios de este mes, la presión migratoria sobre las ciudades españolas de Ceuta y Melilla ha aumentado en un 208% en los cuatro primeros meses de 2014. Estas dos localizaciones no son las únicas que han sufrido un aumento considerable de casos de inmigración irregular: la presión se extiende al conjunto de la UE, donde entre enero y abril el número de inmigrantes irregulares detectados se ha triplicado respecto al año anterior, hasta alcanzar la cifra de 42.000 individuos.
Los datos confirman que el inicio del año está siendo especialmente conflictivo y tienen como causa principal los conflictos en zonas próximas a la Unión Europea -especialmente en Siria- y el deterioro de la situación en los países de origen de estos inmigrantes. El balance de este cuatrimestre supone el segundo peor registro de los últimos siete años.