Ante la brutal agresión y asesinato de la educadora social Belén Cortés Flor el pasado domingo en Badajoz, la titulación de Educación Social de la Universidad de Granada en Ceuta muestra su más profunda repulsa y comparte el dolor con familiares y allegados.
Esta repulsa va de la mano de una preocupación que aumenta entre sus miembros por la continuada desatención a un colectivo profesional de imprescindible tarea en la cohesión del tejido social. Entendemos que las administraciones en su conjunto desoyen las peticiones reiteradas de políticas de dignificación profesional, incremento presupuestario y mejora en la seguridad en el desempeño de su actividad. Implementar una titulación por sí misma no es suficiente para despejar la inclusión si no se acompaña de la creación de un tejido profesional y una dignificación de su labor.
La muerte de Belén es el resultado compartido de sus agresores y de la dejadez administrativa que pone a los profesionales al límite del heroísmo. Un Estado que no invierte adecuadamente en la erradicación de la exclusión, que desatiende a los profesionales que intentan paliarla y que deja su desarrollo al protagonismo de instituciones privadas, no puede aspirar a ser un Estado social y de derecho.
Con el deseo de que Belén sea la última víctima de esta desidia, hacemos un llamamiento indignado al conjunto de las administraciones para que ponga manos a la obra en el desarrollo de espacios profesionales para el ejercicio de la profesión de la educación social, cree plazas públicas para tal efecto y dote de las medidas de dignidad y seguridad profesional a sus implicados.
¡¡¡¡Basta ya.
Ni una víctima más.
Con Belén en el corazón!!!!