Medio Ambiente ha licitado el contrato cuya ejecución tendrá lugar en siete días
La Consejería de Medio Ambiente destinará 15.661 euros a la reposición de arena en la playa de la Almadraba, debido a la merma sufrida en los últimos meses por los temporales de levante. Es por ello que, de cara a la próxima temporada de baño, el área de Medio Ambiente ha licitado este concurso encaminado a reponer este elemento fundamental para el uso de las zonas de baño.
El expediente se redacta con el fin de trasladar arena desde la zona del Tarajal a la Almadraba durante un periodo de siete días, duración estipulada en el expediente de licitación.
Una vez llegue el material necesario a la playa se procederá a su extendido de modo que se acomode a la rasante original.
Según un informe preliminar elaborado por Obimasa sobre el aporte de arena en la playa de la Almadraba, el proceso constructivo parte de una primera actuación en la que se procederá a restaurar, sin aporte de material. La actual línea de playa, previa retirada de bolos de gran tamaño, residuos de demolición y cualquier otro existente. Una vez eliminados los actuales escalones y extendido el material existente se procederá al aporte de material y su correspondiente extendido y nivelado.
El proceso no deberá superar la zona seca de la playa, evitando la turbidez que podría producirse en el agua.
Una de las causas de la pérdida de arena han sido los fuertes temporales
El descenso de la arena en las playas ceutíes se ha debido, en términos generales, a la retirada de las algas que, por segundo año consecutivo, han colapsado las zonas de baño, especialmente en la Bahía Norte y, ya en menor medida, en Ribera y Chorrillo. La recogida de 1.105 toneladas de estos organismos ha acarreado la pérdida de arena, pese a que este año se emplearon métodos manuales con rastrillos para arrastrar la menor cantidad posible.
Las algas se trasladaron hasta una parcela cercana a la zona de Calamocarro para superar el proceso de secado que, una vez completado, da paso a la recuperación de la arena y su posterior devolución a las playas.
Este secado no ha producido ningún tipo de efecto en el entorno al tratarse de residuos vegetales y restos de arena y agua marina. Además, y debido a que la cantidad está muy distante de la recopilada el pasado año, cifrada en 5.000 toneladas, sumado al hecho de que la recogida manual arrastró menos arena que de haberse efectuado con maquinaria pesada, se estima que los kilos a reincorporar a las playas no sean demasiado elevados.
Mientras la arena se devolverá a las playas, las algas serán enviadas a la Península. De ahí también la importancia del proceso de secado de cara a eliminar todo el líquido que incrementa su peso y, por tanto, aumenta el precio del transporte que daría en su empleo como abono o combustible.