"Actualmente está bajo control". Esto es lo que indica el parte médico más reciente difundido por el Vaticano sobre el estado de salud del Papa Francisco, algo que también siguen muy de cerca muchos vecinos de Ceuta. Mientras tanto aumentan las dudas sobre los posibles escenarios derivados de su enfermedad.
Lo que se ha confirmado este domingo es que papa continúa en estado crítico en el hospital Gemelli de Roma, pues aunque no ha tenido nuevas crisis respiratorias a su difícil cuadro clínico se añadió la presencia de una insuficiencia renal inicial leve.
Hay que recordar que lo ingresaron el pasado 14 de febrero con una neumonía bilateral, “se le suministraron el sábado dos unidades de concentrado de glóbulos rojos que supusieron el aumento del valor de hemoglobina”, añadió el parte médico.
La trombocitopenia, es decir el nivel bajo de las plaquetas, que se le detectó el sábado "se mantuvo estable", explicaron. "Sin embargo - añadieron -algunos análisis de sangre muestran una insuficiencia renal inicial leve, actualmente bajo control".
La terapia de oxígeno de alto flujo continúa a través de cánulas nasales, después de que este sábado tuvo una crisis respiratoria. El Papa continúa alerta y bien orientado, continuó el parte médico.
"La complejidad del cuadro clínico y la espera necesaria para que las terapias farmacológicas den alguna respuesta obligan a que el pronóstico siga siendo reservado", añadió.
Dificultades graves para cumplir su servicio
Ante la situación se ha hablado de la posibilidad de su renuncia "si tuviera dificultades graves para cumplir su servicio", pero "su gran deseo es cumplir al menos el Jubileo", aseguraba el cardenal Gianfranco Ravasi, hace apenas dos días.
"Creo que sí. Si tuviera serias dificultades para cumplir su servicio, tomará su propia decisión. Será él quien decida, por supuesto, tal vez pida consejo, pero la última palabra la evaluará por sí mismo, en conciencia", explicaba Ravasi al ser preguntado sobre una posible dimisión en caso de graves problemas de salud.
De acuerdo con lo que reportan algunos medios en el Vaticano es inevitable que los cardenales hablen de la posibilidad que el pontífice tiene de presentar una renuncia.
Durante su pontificado, el pontífice argentino se ha referido en varias ocasiones a la posibilidad de renuncia después de la histórica decisión de Benedicto XVI, al explicar que "había abierto la puerta de los papas eméritos".
Pero también, en otra ocasión, aseguró que "sin embargo, la dimisión de un Papa no debería convertirse, por así decirlo, en una moda, en algo normal", pues subrayó que "el ministerio del Papa es 'ad vitam' (de por vida)".
Aunque tiene que guardar completo reposo, Francisco había seguido firmado algunas cuestiones urgentes como renuncias o nombramientos de obispos.
Precisamente el primero que lanzó la posibilidad entre los muros vaticanos en las varias entrevistas que ha concedido ha sido el 'ministro' de cultura, Gianfranco Ravasi, al asegurar que Francisco podría renunciar "si tuviera dificultades graves para cumplir su servicio", pero que "su gran deseo es cumplir al menos el Jubileo".
Y en otra declaración aseguraba: "Sin embargo, no hay duda de que si se encontrara en una situación en la que su capacidad de tener contacto directo, como le gusta hacer, de poder comunicarse de manera inmediata, incisiva y decisiva, estuviera comprometida, entonces creo que podría decidir dimitir".
Los comentarios siguientes
Cuando se le preguntó el jueves en una rueda de prensa sobre el comentario de Ravasi al arzobispo de Marsella (Francia), el cardenal francés Jean-Marc Aveline, de 66 años, dijo: “Todo es posible, pero no sé nada al respecto”.
Mientras que en este mismo acto, el arzobispo de Barcelona (España), el cardenal Juan José Omella, de 78 años, aseveró: "No soy profeta ni adivino. En la Iglesia está todo previsto, la muerte y la renuncia. Ya lo hizo Benedicto. Yo no sé nada, no he hablado con él.(...). No sé lo que hará el papa, pero invito a vivir el presente, acoger lo que venga, y nunca sentiremos miedo".
"No es respetuoso transmitir estos rumores. Que dimita o no dependerá de cómo se recupere el papa de su enfermedad. Él ya ha dicho que si deja de estar en condiciones, se irá. La decisión corresponde sólo a Francisco", respondió el cardenal Jean-Claude Hollerich, arzobispo de Luxemburgo y uno de los más estrechos colaboradores de Jorge Bergoglio, en una entrevista concedida a varios diarios italianos este viernes.
Y añadió: "Confío en que se recupere, está en buenas manos. Sin embargo, espero que, una vez que reciba el alta, pueda dedicarse más tiempo a sí mismo. Se ha descuidado. Todos necesitamos cuidarnos un poco más".
El cardenal Giovanni Battista Re, sin embargo, negó cualquier hipótesis de dimisión en una entrevista en el diario La Repubblica: "El Papa se está recuperando bien, no estamos inventando cosas. No se debe hablar de dimisión, dentro de unos días volverá al Vaticano".
Re, decano del colegio cardenalicio, acalló los rumores de reuniones ya organizadas entre los purpurados: "El decano no ha tenido ninguna reunión de cardenales".
Aunque la conversación no ha sido confirmada, Corriere della Sera publicó un artículo en el que filtró la que el papa tuvo con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, la única visita que ha tenido hasta ahora.
"Sé que alguno por ahí dice que ha llegado mi hora, ¡me están echando el mal ojo!", aseguran que dijo el papa a Meloni.
Porque el papa ya explicó tras una de sus hospitalizaciones: "Cuando el papa está enfermo, soplan vientos de cónclave".
"Una especulación inútil"
El sábado, el secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin, afirmó que hablar de una posible renuncia del Papa Francisco, hospitalizado desde hace varios días en el hospital Gemelli de Roma con una neumonía bilateral, era "una especulación inútil".
"Todo me parece una especulación inútil. Ahora pensamos en la salud del Santo Padre, en su recuperación, en su regreso al Vaticano: éstas son las únicas cosas que cuentan", declaró en una entrevista publicada este sábado al diario italiano 'Corriere della Sera'.