El CEIP Reina Sofía se ha unido este jueves en Ceuta a la celebración del Día Escolar de la No Violencia y la Paz. Lo ha hecho con diferentes actividades, y también ha tenido cabida un acto de homenaje a Abel Medina Sanz, un compañero fallecido hace varios años que sigue muy presente entre todos los que forman parte de este colegio.
En cuanto a las actividades programadas por el Día de la Paz, el alumnado de Infantil y Primaria ha disfrutado a lo largo de la mañana de una serie de juegos cooperativos para fomentar el trabajo en equipo.
Asimismo, y cuando el reloj marcaba las 12 del mediodía, ha llegado la hora de las interpretaciones musicales a cargo de los alumnos de primero, cuarto y quinto de Primaria. Con sus voces, y acompañados de una guitarra y un teclado, los escolares han entonado una serie de canciones relacionadas con el Día de la Paz.
Además, en un mural de grandes dimensiones donde se podía leer ‘Ingredientes para el Día de la Paz’, los más pequeños han plasmado sus manos con pintura a la vez que otros han escrito algunas palabras que conforman esta receta mágica.
El momento más emotivo del acto
Seguidamente, ha tenido lugar el momento más emotivo de la mañana, el acto de homenaje a Abel Medina, un maestro, compañero y amigo al que recuerdan como “muy buena persona con todo el mundo”. Por ello, y para mantener vivo su recuerdo, han querido poner su nombre al edificio, donde él impartía sus clases.
Este ha sido un acto muy emotivo ya que ha coincidido también con el día de su cumpleaños. Sus familiares, amigos y antiguos alumnos han estado presentes en estos momentos en los que ha sido inevitable soltar una lágrima de emoción.
Y es que, tal y como han manifestado a través de una carta que han leído, “hoy, en tu cumpleaños, seguimos pensando en ti con el corazón lleno de cariño y gratitud. Queremos aprovechar este momento para agradecerte todo lo que nos dejaste. Tu alegría, tu energía y tu forma de ser tan única siguen presentes en cada rincón del centro”.
“Nos enseñaste mucho más que conocimientos académicos, nos enseñaste a ser mejores personas, a enfrentar la vida con esperanza y a creer que siempre hay solución, no importa lo difícil que sea el camino”, han añadido.
Agradecimientos y una placa
A través de esta carta, también se han acordado de su hijo. “Este año, al recordarte, vemos como sigues viviendo entre nosotros. No solo en el nombre que ahora lleva el edificio que tantas veces recorriste, sino también en la huella que dejaste en tu hijo Álvaro, quien crece con la misma luz y bondad que te caracterizaban a ti. No hay duda de que él lleva en su interior todo lo que tú representaste para nosotros. Nos hace sonreír saber que, aunque ya no estés aquí con nosotros, tu esencia sigue viva en él”.
Para concluir, han mostrado una vez su agradecimiento a Abel Medina “por todo lo que nos diste, por cada enseñanza, por tu amistad, por cada broma. El Edificio Abel Medina es solo un reflejo de tu presencia en el corazón de este centro”.
Un grupo de alumnos han sido los encargados de portar la placa grabada con su nombre, que ha sido colocada en la puerta del edificio, quedando así marcado con el nombre de Abel Medina para siempre.