En el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Ceuta reside una persona que destaca entre el resto de inmigrantes debido a su edad. Él es Reda, nombre ficticio ya que por motivos personales prefiere no dar a conocer su identidad. Cuenta con 60 años y se ha convertido en el 'tito' del centro, una forma cariñosa de dirigirse a quien se presenta como el protector para muchos por su experiencia de vida.
El argelino cruzó a nado desde la playa de Riffien hace algo más de tres semanas. Cuenta que estuvo durante seis horas luchando contra las traicioneras corrientes hasta que llegó a tierras españolas, concretamente desde las diez de la noche hasta las cuatro de la madrugada.
Tras su llegada a Ceuta, a la altura del Sarchal, localizó a la Policía a quien mostró su documentación. La tenía envuelta en plástico para que no se mojara durante una travesía en la que, confiesa, no tuvo miedo.
Reda destaca que el camino fue bastante duro, aunque no flaqueó ya que es un gran experimentado en el mundo de la natación. Recuerda que permaneció muchas horas en el agua, vestido con traje de neopreno y aletas, pero sin ningún elemento de flotabilidad como ayuda.
Los motivos por los que decidió dejar su país están relacionados con las malas condiciones presentes en Argelia. Allí existen numerosos problemas tanto políticos como económicos caracterizados por su incertidumbre. Además, señala que no existe una amplia oferta de trabajo y que una gran cantidad de jóvenes termina en la cárcel por sus pensamientos.
Esta no es la primera vez que Reda pisa tierras europeas, ya que anteriormente estuvo en países como Francia, Bélgica, Holanda y Alemania. Sin embargo, tuvo que volver a su tierra para poder ayudar a su familia.
Diplomado en Geología
Diplomado en Geología, tiene el objetivo de trasladarse a Europa para encontrar un empleo, allí tiene familiares. Ahora vive en el CETI, confiando en que le toque marchar a la Península. Dice que está enfermo, pero las circunstancias le han llevado a estar en un centro sobresaturado con casi 800 residentes.
Historias como la de Reda son compartidas por cientos de inmigrantes que cruzan nuestras fronteras, personas que desean una oportunidad.
El protagonista de este reportaje cruzó el mar rompiendo el perfil típico con el que se encuentran las fuerzas de seguridad, triplicando incluso la edad de compañeros del centro. Su deseo por cruzar le llevó a conseguir la entrada en Ceuta. Ahora espera el momento de dejar la ciudad.
Este ya directamente a cobrar la pensión.
Bueno así vamos directamente a mantenerlo. Si fuera joven igual haríamos.