La unidad de radioterapia se ha convertido en la eterna aspiración que no ve la luz. De momento lo único objetivo que hay son buenas intenciones, pero la plasmación de las mismas no llega a buen puerto. La Ciudad puso todas las facilidades a la empresa que se presentó en solitario a la adjudicación de la parcela dispuesta para su ubicación. Una empresa que no ha desistido de su puesta en marcha, que abona el canon anual, pero que no avanza en el cumplimiento de un proyecto que debía haber visto la luz a finales del año pasado.
El tema vuelve a cobrar protagonismo tras la visita de la ministra de Sanidad, Carolina Darias, y el anuncio por parte del PSOE de que la integrante del Gobierno de Pedro Sánchez ha recibido el mensaje de hacer lo posible para que Ceuta disponga de esta unidad y el tratamiento oncológico se dé en este territorio sin llevar a la tortura de cruzar el Estrecho que arrastran los afectados de cáncer.
Faltan datos, explicaciones y sobre todo motivos. De esta historia solo se ha conocido la intención pero no el desarrollo ni el control del mismo. La población merece saber, tener información y al menos valorar la proyección de lo que se vendió como una de las grandes soluciones en la atención sanitaria en Ceuta y ha quedado teñido de la más absoluta oscuridad.