La titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Ceuta ha dictado una sentencia condenatoria contra I.C.E.O. por la comisión de un delito de robo con violencia e intimidación.
El proceso judicial culminó con un acuerdo de conformidad entre las partes, tras el cual el acusado, quien fue trasladado desde el centro penitenciario donde se encontraba interno, reconoció los hechos que se le imputaban y aceptó la pena impuesta por la autoridad judicial.
La condena y los antecedentes del penado
En concreto, el acusado fue condenado a una pena de prisión de 3 años y 6 meses. Además, fue sentenciado al pago de una indemnización de 140 euros en concepto de responsabilidad civil, cantidad que corresponde al valor económico del teléfono móvil sustraído durante el robo
Cabe destacar que esta pena se vio agravada por la existencia de antecedentes penales computables en su historial delictivo.
De hecho, no es la primera vez que I.C.E.O. se ve involucrado en un caso similar, ya que el mismo juzgado lo había condenado previamente, el 31 de octubre del año anterior, a una pena de dos años de prisión también por un delito de robo con violencia.
La pena que le quedó suspendida podría ser revocada
En aquella ocasión, la pena fue suspendida bajo condiciones, aunque ahora, con esta nueva condena, dicha suspensión podría ser revocada, lo que implicaría que el acusado tendría que cumplir íntegramente ambas penas, sumando un total de 5 años y 6 meses de reclusión.
Los hechos a los que se hizo referencia en esta conformidad ocurrieron el 2 de febrero de este mismo año. El acusado, junto a otra persona que no pudo ser identificada, estaba en la zona de la avenida Otero.
¿Cómo ocurrieron los hechos?
En torno a las 17:00 horas, el acusado, actuando junto a otra persona que no pudo ser identificada, abordó a dos jóvenes con el propósito de obtener un beneficio económico ilícito.
En ese momento, con clara intención intimidatoria, sacó una navaja que llevaba escondida en la cintura y la mostró de manera amenazante a una de las víctimas. El objetivo era provocar miedo suficiente para forzar la entrega de sus pertenencias.
La víctima sintió miedo de poder ser atacado por el arma blanca e hizo entrega de su teléfono móvil, un Xiaomi Redmi 12 que fue valorado posteriormente por los peritos en 140 euros.
El perjudicado, que no tuvo que entrar a declarar ya que el acusado reconoció los hechos, reclamó por los objetos sustraídos.
El acuerdo evitó la celebración de la vista oral
El acuerdo previo entre la Defensa y el Ministerio Fiscal evitó la celebración de la vista oral que estaba fijada para este jueves en la sala de lo Penal número 1 de nuestra ciudad. Un reconocimiento de hechos que le sirvió también para una reducción de la pena, ya que en un principio el Ministerio Fiscal le pedía una pena de hasta 5 años de prisión.
A pesar de que fue un robo de un móvil de poco valor económico, se tuvo en cuenta a la hora de agravar la pena que el acusado esgrimió una navaja, es decir, un instrumento peligroso además de contar con varios delitos de la misma índole.
El arma utilizada para el robo se considera agravante
Sin ir más lejos, una condena de hace apenas unos meses que le quedó suspendida pero que ahora puede ser revocada y tener que cumplirla de manera íntegra. Esa condena fue de dos años que se podía sumar a la impuesta este jueves de 3 años y 6 meses de cárcel.
La amenaza con un arma, en este caso una navaja, constituyó un elemento fundamental a la hora de calificar el delito como robo con violencia e intimidación, y no simplemente como un hurto o un robo simple, lo que conlleva penas más elevadas en el Código Penal.