El detalle corresponde a una “paradoja histórica”: Si bien fue un defensor de las tesis abandonistas del Protectorado, el general Miguel Primo de Rivera, quien consolidó el régimen español en Marruecos, en cambio, su contrario, el general Francisco Franco acérrimo africanista, fue quien vivió como jefe de Estado la independencia de Marruecos. El detalle lo explicó Carlos Rontomé, profesor de Ciencias Políticas y Sociología de la UNED, cuya ponencia, ayer, supuso la continuación del ciclo que conmemora el primer centenario del Protectorado español en Marruecos. La charla de Rontomé estuvo dedicada ala figura de Miguel Primo de Rivera, encargado de la consolidación del Protectorado a pesar de sus iniciales reticencias.
“El dictador defendió las tesis abandonistas, una corriente de pensamiento que cuajó entre amplios sectores de la sociedad española debido a la sangría económica y humana que suponía la campaña en África”, manifestó Rontomé antes de destacar la propuesta del propio general de trocar “las plazas de Gibraltar y Ceuta”. Estas ideas chocaban con las de otros sectores. Los militares africanistas estaban entre ellos. “Francisco Franco, a la postre dictador de España, mantuvo disputas con Primo de Rivera, mencionando incluso a amenazar con la rebelión. “La paradoja -señaló Rontomé- es que fue Franco quien fue testigo de la independencia de Marruecos”.
A Rontomé le siguió la intervención de José Antonio Alarcón, director de la Biblioteca Pública. La charla de Alarcón estuvo centrada en la gestión política del Protectorado durante la República. Pese a las expectativas generadas, los Gobiernos republicanos practicaron una política de continuismo en tierras africanas, “obligados por el contexto internacional”, explicó Alarcón, que asoció el fracaso de la República en África al descontento que su política suscitó entre los defensores del abandonismo, la burguesía reformista y los militares africanistas, cuyos ingresos se vieron diezmados debido a la crisis de entonces. Este sector crítico en África, tribus y burgueses, se unió a las tropas rebeldes que contribuirían a derrocar la República.