Si usted tenía conocimiento del eclipse penumbral que se pudo presenciar la noche de este viernes en Ceuta y la práctica totalidad de la Península, es seguro que comprobó rápidamente cómo nuestro satélite se oscurecía. Esa pérdida de luminosidad es producto del primer eclipse de 2020 y tiene nombre propio: eclipse penumbral de Luna.
En el momento del eclipse, si es un aficionado a la astronomía y miró hacia el suroeste, también pudo observar Venus con toda claridad, ya que se convirtió en el objeto más brillante después de la Luna.
Los conocedores del fenómeno que se desarrolló durante cuatro horas, desde las 20:30 horas hasta aproximadamente más allá de la medianoche de este sábado, pudieron ver cómo la luminosidad de la Luna que está en su fase llena, iba disminuyendo.
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El eclipse más discreto
La explicación a este eclipse, el menos espectacular porque no se deja de ver en ningún momento el satélite, si no que solo pierde su luz, se debe a que es la penumbra de la Tierra la que “roba” la luz.
La Tierra proyecta una sombra con dos áreas diferenciadas: la umbra y la penumbra. La primera es una zona en la cual la luz directa del Sol es completamente eclipsada.
La penumbra, por su parte, se caracteriza por ser un sector donde la iluminación del Sol es visible solo parcialmente, así cualquier objeto que atraviese esta zona de penumbra, en este caso la Luna, estará iluminado, pero con menor intensidad de lo normal.
Aunque el fenómeno se puede observar la simple vista, la red de meteorología Meteored da un consejo a aquellos que vayan a disfrutar de este o posteriores eclipses de este tipo. "Se debe mirar siempre la Luna con el mismo ojo y reservar el otro para ver mejor los puntos de menor brillo".
Este 2020 habrá cuatro eclipses penumbrales de Luna: el que ocurrió este viernes 10 de enero (el más notable de los cuatro); el 5 de junio; el 4 de julio y el 30 de noviembre.