La entrada masiva en Ceuta de jóvenes procedentes de Marruecos ha generado una mayor presencia de personas que intentan escapar de Ceuta como polizones en barcos o escondidos en un camión, la práctica conocida popularmente por los
menores extranjeros no acompañados como 'risky'. Los camioneros ya han advertido un incremento de marroquíes en la zona restringida del
puerto de Ceuta, donde estos jóvenes intentan salir de la ciudad autónoma a la desesperada, aún a riesgo de perder la vida, como ya le ocurrió a otros que
estuvieron en su piel con anterioridad y encontraron la muerte antes de ver alcanzada su meta. La zona portuaria siempre han sido escenario de una gran presión migratoria, tanto en los intentos de salida de los inmigrantes colándose en los barcos que operan habitualmente en la línea como en su siempre discutida presencia en los alrededores de las escolleras, lugar donde se han desarrollado numerosos altercados en los últimos años. Tanto la
Policía Portuaria como la Guardia Civil se ha desplegado ya en estas instalaciones ocupadas por decenas de inmigrantes. Los agentes tratan de desalojar esta zona restringida y derivar a los extranjeros hasta los alojamientos habilitados hasta resolverse sus expedientes.
Inesperada vía de escape de la realidad marroquí
A pesar de la controversia en torno a la afluencia de personas a la frontera entre Marruecos y Ceuta, así como su acceso masivo a través de los espigones fronterizos en los primeros compases de esta crisis migratoria, humanitaria y diplomática, para muchos adolescentes esta 'marcha azul' ha servido para contar con una inesperada vía de escape de la realidad marroquí. La pobreza, el desempleo y las escasas perspectivas de futuro han animado a estos jóvenes a marcharse a la ciudad española, desde donde pretenden alcanzar costas peninsulares. Muchos, junto a sus escasas pertenencias, portan sueños e ilusiones de prosperidad.