Un centenar de personas, entre ellas miembros de formaciones políticas y asociaciones humanitarias, se reúne en la Plaza de los Reyes para exigir soluciones.
La Plaza de los Reyes acogió a mediodía de ayer, en sintonía con actos similares en otros puntos de la geografía nacional e internacional, una marcha que, bajo el grito 'Pasaje Seguro', sirvió para poner la voz de inmigrantes y refugiados, la voz, la cara y el drama, pues, de cientos de personas necesitadas abocadas a jugarse sus vidas en la búsqueda por la mera supervivencia.
El acto contó con la presencia de, además de inmigrantes que algún día llegaron de forma precaria a Ceuta y que hoy residen en el CETI, partidos políticos como Podemos, Caballas, PSOE y MDyC, y aproximadamente hasta un centenar de vecinos de la ciudad que quisieron desplazarse hasta la céntrica plaza y desafiar el frío y el viento para unirse a la reivindicación de esta causa de índole humanitaria. Hubo ocasión para que se leyera un manifiesto, se recitara un poema de Eduardo Galeano y se llevara a cabo una sentada con mantas térmicas como simbólica protesta.
Fue, por tanto, una nueva ocasión para poner de relieve el drama que sacude a buena parte del mundo, esa tragedia que se salda con cientos de muertes, en muchos casos de personas anónimas, y que no encuentra aún una respuesta a la altura de los organismos internacionales del denominado ‘Primer mundo’. En torno a este escenario, el del drama y el de la reivindicación y protestas, giró el acto, así como el manifiesto que se leyó, al tiempo que los asistentes, tomados de la mano, dibujaban un círculo en la plaza, a los pies de la sede de la Delegación del Gobierno de Ceuta: “Nos movilizamos para manifestarnos a favor de una Europa humana y solidaria, no sólo responsable y fiel a la legalidad y al derecho humano de asilo, sino también de una Europa que reconoce su responsabilidad en el drama de las personas refugiadas”, señalaba el texto.
“Las personas refugiadas”, se pudo escuchar acto seguido, “huyen de la guerra, la persecución y el hambre, situaciones de las que los gobiernos de la UE son directamente responsables por su complicidad con otros actores y con terceros países involucrados directamente en el conflicto, en el comercio de armas y en las intervenciones militares en los países de origen”. “Contradiciendo su responsabilidad moral y legal hacia las personas refugiadas, los gobiernos europeos alzan muros, militarizan el Mediterráneo y vulneran derechos fundamentales”, se criticó también.
El manifiesto puntualizó igualmente, con cifras y datos, y también recordando casos específicos, algunos de los casos trágicos que han sacudido la memoria colectiva de las sociedades, países y organismos en los tiempos más recientes: “Desde principios de 2016, en sólo cuarenta días, más de 410 personas han muerto ahogadas en el mar Mediterráneo”; “las condiciones inhumanas en que viven las personas refugiadas en los campamentos de Calais, Dunkerque o en la frontera española empeoran día a día”; o “según Europol, 10.000 niños refugiados y migrantes no acompañados han desaparecido dentro de nuestras fronteras”.
No faltó tampoco la lógica alusión a la situación que sacude nuestra ciudad al respecto: “Según Amnistía Internacional, España ha recibido diferentes llamadas de atención por haber legalizado la expulsión sumaria de personas migrantes, solicitantes de asilo y refugiadas en las fronteras de Ceuta y Melilla. Los rechazos de frontera aprobados el pasado año impiden que algunos potenciales solicitantes de asilo accedan a esta protección internacional”.
Por todo ello, los organizadores del acto exigieron “a los gobierno europeos, y en particular al Gobierno –español–, que actúen para abrir vías seguras para las personas que buscan protección internacional”. “Es decir, vías seguras y legales: no más muertes en nuestras fronteras”.