El Tarajal amaneció ayer siendo escenario de apedreamientos y quema intencionada de cartones. Los hechos ocurrieron sobre las siete de la mañana.
A esa hora llegaron los agentes del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) a los polígonos y se encontraron con que en su interior ya había entre 1.000 y 1.500 personas, a quienes se estaban uniendo los que estaban llegando por Marruecos y los que habían pasado la noche por el Príncipe y sus alrededores y estaban bajando.
En ese momento desde la zona alta comenzaron a lanzar piedras a los agentes del CNP, quienes no usaron material antidisturbio pero sí tuvieron que intervenir para poner orden y controlar la situación.
Además del lanzamiento de piedras y otros objetos, también se produjeron incendios de cartones y hasta contenedores, por lo que tuvo que intervenir el Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS). Estas labores se desarrollaron sin problemas pero el fuego se podía ver desde lejos y se había generado gran cantidad de humo.
Los agentes de la UIP lograron controlar la situación y poner orden en los polígonos, que volvieron a la normalidad y la actividad continuó desarrollándose como el resto de los días.
La conocida como la calle del Río, o del Muro, una de las más conflictivas, volvió a ser escenario de imágenes de largas colas de porteadores. No obstante, estas no se produjeron durante toda la mañana ya que el grupo de la UIP había organizado las colas de tal manera que no se produjeran grandes aglomeraciones que pudieran afectar la seguridad de los propios porteadores.
Así, los bultos estuvieron saliendo por el puente del Biutz durante prácticamente toda la mañana y la mayoría de los porteadores volvió a pasar dos bultos de mayores medidas que las estipuladas –60x40–. “Llevo dos bultos, por cada uno me pagan 40 euros; hago el esfuerzo y me llevo 80 euros a casa, que está la cosa mala”, comentaba un porteador a este medio. Este es el precio que se ha estado pagando en estos últimos días, los posteriores al parón navideño, a los porteadores por pasar los bultos, una subida en la cuantía que supone un efecto llamada para quienes se ganan la vida de esta manera.
El CNP volvió ayer, al igual que el día anterior, a restringir el acceso principal para evitar que se formaran grandes aglomeraciones en el interior de los polígonos. Numerosos comerciantes criticaban esta medida ya que, aseguraban, dificulta la entrada de clientes, lo que tiene un efecto negativo en sus ventas.
Algunos comerciantes permanecieron por la mañana en este acceso para indicarles a los agentes quiénes eran sus empleados para que les dejaran entrar a trabajar. En este lugar, al otro lado de la reja, se agolpaban decenas de porteadores que intentaban entrar en los polígonos para recoger mercancía y ponerse en la cola para cruzar el Biutz.
De esta manera transcurrió ayer el último día de funcionamiento del Biutz en este 2014, el segundo de aglomeraciones y apedreamientos después del parón navideño.