Comisiones Obreras ha difundido un escrito demoledor. Un escrito en el que detalla sus puntos de vista sobre el conflicto de la frontera, el origen y sus consecuencias sobre toda la ciudad. Es un escrito duro, pero que invita a una reflexión de todos. Un escrito duro que, sorpresivamente, no ha obtenido respuesta alguna por parte de quienes están obligados a darla: nuestras autoridades. Lo que dice el sindicato es de tal gravedad que no puede ser pasado por alto. No es una reflexión sin cabeza, ni mucho menos. Sienta las bases de un problema que llevamos tiempo sufriendo y que, lejos de agravarse, va a peor, dibujándose un panorama nada bueno para esta ciudad.
Ante esto, la Ciudad y la Delegación adoptan una actitud oscura. Porque cuando ante este tipo de consideraciones reina el silencio, eso se llama oscuridad. Y ya hemos llegado a un punto en el que necesitamos valoraciones de peso, pruebas, proyectos, compromisos que devuelvan cierta sensación de tranquilidad a una Ceuta que la necesita más que nunca. Llevamos años sintiendo una ciudad extraña, el mismo periodo en el que el pasotismo y la pérdida de lucha anida en demasiados sectores. Y eso no es bueno. La Ciudad, mientras, se dedica a financiar campañas de compre en Ceuta sin preguntarse qué Ceuta está criando; y la Delegación gasta sus años en vendernos una frontera inteligente en un espacio convulso. La lucidez de CCOO no tiene respuesta.