La bautizaron como Operación karkubi. Fue en mayo de 2023 y hubo 4 detenidos en una operación de la Udyco de la Policía Nacional entre Ceuta y Sevilla con la que se terminó con un grupo dedicado a organizar el traslado de pastillas a Marruecos.
Ahora, dos años después, a esos 4 acusados les queda esperar juicio oral por delitos contra la salud pública y organización criminal por los que se enfrentan a hasta cuatro años de prisión. La vista será este año en el Juzgado de lo Penal número 2.
La Fiscalía considera que los llamados R.H.H., I.B., S.R.A. y M.A.M. coparticipaban en el reparto de funciones para distribuir pastillas de Rivotril y Trankimazin entre Ceuta y Marruecos.
Al menos estuvieron implicados en ese negocio desde mayo de 2023, hasta que la Udyco comenzó con la investigación que derivó en esa cadena de arrestos.
Utilización de recetas médicas para obtener pastillas
El modus operandi, mantiene el Ministerio Público en base a las investigaciones del CNP, era el siguiente. Los acusados se dedicaban a adquirir grandes cantidades de pastillas mediante la entrega de recetas médicas obtenidas ilícitamente. Lo hacían en farmacias de Ceuta, pero también en otras de la Península.
Cuando ya tenían las pastillas se concertaban con otras personas que no han sido identificadas para que las ocultaran en coches y las transportaran a Marruecos. Los vehículos eran cargados en garajes ubicados en Los Rosales, cerca de la antigua prisión.
La Policía llevó a cabo varios seguimientos a los sospechosos hasta comenzar las detenciones. Así, en octubre de 2023 sorprendieron a uno de los acusados saliendo de una vivienda de Sevilla con 720 comprimidos de Rivotril y 60 de Clonazepan, valorados en 4.500 euros. En cadena procedieron a los 4 arrestos.
Ceuta, repunte en este tráfico
A tres de los acusados se les pide pena de cárcel por tráfico de drogas, en concreto 3 años de prisión. Mientras que solo a 3 de ellos se les añade una petición de 1 año más de privación de libertad por delito de organización criminal.
Esta operación se encuadra en un periodo en el que se produjo un repunte en el tráfico de pastillas, llegando a dispararse el precio de la mercancía para su introducción en Marruecos.
En base a informes de las fuerzas de seguridad se llegó a cifrar el pago de hasta 8 euros por un solo comprimido.
Realización de karkubi
El tráfico de este tipo de medicamentos estaba orientado a la fabricación del karkubi, una droga realizada mediante la mezcla con hachís y otros fármacos.
El consumo de esta sustancia junto con el alcohol o pegamento genera unos efectos muy dañinos. El consumidor al otro lado de la frontera repuntó de manera notable haciéndose fuerte ese negocio entre España y Marruecos.
Se traficaba con hachís desde el vecino país a Ceuta para, a la inversa, proceder a la introducción de pastillas llegadas de la Península en grandes cantidades para el comercio clandestino que tiene lugar en el vecino país.
Una ruta que permanece
A pesar de los continuos golpes policiales asestados a ese tráfico de estupefacientes, el comercio ilícito continúa en alza.
Precisamente la semana pasada era la Guardia Civil la que interceptaba en la frontera un coche cargado de pastillas.
En total localizaron 64.000 comprimidos ocultos en varios dobles fondos y procedieron a la detención del conductor del vehículo que cruzaba en dirección a Marruecos con esa carga de psicotrópicos.
Un caso más de delito contra la salud pública que se suma a la hilera de sucesos asociados al tráfico de estupefacientes que se da en nuestra ciudad.