Tras el informe de Tragsa que habló de “poca y mala tierra”, confían en encontrar soluciones este mes
Obimasa, entidad dependiente de la Consejería de Medio Ambiente, estudia ya las posibles soluciones a los problemas que presenta el parque de Santa Catalina después de que el informe elaborado por Tragsa determinara que sobre el antiguo vertedero se colocó “poca y mala” tierra a modo de manto sobre la cubierta plástica que debía aislar la vieja montaña de basuras.
Ahora es el turno de poner en marcha soluciones encaminadas a llevar a cabo la plantación de distintas especies vegetales, tal y como se ha venido anunciando constantemente por parte de responsables de Medio Ambiente. Fuentes de Obimasa han asegurado que antes de la finalización de este mes comenzarán a ponerse sobre la mesa propuestas encaminadas a hacer del antiguo vertedero una de las zonas verdes más importantes de la ciudad, tal y como anunció en su día el Gobierno local.
El parque tiene 60.000 metros cuadrados de superficie y un coste de 12 millones de euros
Al margen del informe de Tragsa sobre la escasez de tierra, desde Obimasa insisten en que las fuertes rachas de viento en la zona y la salinización del terreno son otros de los factores que ha llevado a la desertización de la zona, aunque confían en que una vez conocidas las causas “podremos trabajar para solventar este problema”.
En la búsqueda de soluciones también se incluye la elección de las especies vegetales que se plantarán en la zona y que deberán cumplir ciertos requisitos para combatir los fuertes vientos que asolan el parque. Por su parte, el Ejecutivo autonómico ha solicitado a Tragsa que elabore un presupuesto para conocer cuánto costaría poner el manto de tierra que haría posible hacer crecer la vida vegetal en esta zona.
La Ciudad invirtió unos 300.000 euros para repoblar la zona, incluyendo olivos cuyo coste fue de mil euros por árbol, ninguno de los cuales superó las condiciones de la zona. El parque periurbano de Santa Catalina tiene 60.000 metros cuadrados y su coste rozó los 12 millones de euros procedentes de fondos europeos, mientras que la Ciudad aportaría el 20% de la partida.
En el sellado del vertedero de residuos sólidos urbanos de Santa Catalina, adjudicada a ‘Intervías’, se incluían dos partes, por un lado, la restauración vegetal y, por otro, la mejora en elementos de seguridad, accesos y alumbrado. El parque, según el proyecto redactado, se articulaba “en ocho plataformas de concepción circular situadas a distintos niveles y entrelazadas mediante sendas de recorridos serpenteantes”.
18 maceteros hasta encontrar una solución viable
Mientras se esclarecía el motivo por el cual el terreno de Satna Catalina no es apto para la consecución de vida vegetal, Obimasa llevó a cabo la plantación de distintas especies en un total de 18 maceteros procedentes de distintos puntos de la ciudad.
Las plantas elegidas variaron desde las gitanillas blancas y coral, arctostis, lavandas, hibiscos amarillos, festuca glauca, espliego o romero, especies que conformaron el grueso de la plantación junto a otras como papiros, cyperus o ficus. En el parque de Santa Catalina se han llevado a cabo la plantación de especies vegetales sin que, hasta el momento, ninguna haya ‘sobrevivido’ a las condiciones del terreno.