La presión migratoria ejercida este pasado domingo, después de que decenas de marroquíes se arrojaran al agua para intentar su entrada en Ceuta sin encontrar obstáculo o freno alguno por parte de los agentes del vecino país, se ha transformado este lunes en todo lo contrario. Y es que ante un intento de pase de otro grupo –cuya cantidad no ha sido cuantificada por fuentes oficiales- los agentes marroquíes sí han intervenido impidiendo que entraran. Solo menos de media docena ha conseguido llegar a la playa esta mañana de lunes, tal y como han confirmado a El Faro de Ceuta fuentes oficiales.
Los vídeos difundidos en
Marruecos, grabados por
la propia ciudadanía que asistía atónita a esta desbandada, demuestran que para nada existió un control o veto a la salida de jóvenes que, viendo que nadie lo impedía, se iban quitando las ropas en la misma playa antes de arrojarse al mar. Gritaban y se animaban entre ellos, viendo que absolutamente nadie les detenía. Algunos cruzaban en bañador, con prendas de vestir o en trajes de neopreno, ayudados de flotadores o sin nada de protección. Destacó la gran cantidad de menores participantes. Esa falta de actuación ha derivado este lunes en lo contrario, cuando sí que ha habido un impedimento para que volviera a repetirse lo mismo, lo que hubiera puesto en un compromiso a la infraestructura de la que dispone ahora mismo Ceuta,
con el 80% de la capacidad de la nave del Tarajal ocupada por personas que deben guardar la debida cuarentena en prevención de contagios de coronavirus.
En la jornada del domingo, la constante llegada de marroquíes llevó a la activación de todas las personas de guardia en los distintos servicios desde la Guardia Civil a la Cruz Roja pasando por Salvamento Marítimo además de los GEAS para rescatar no solo a las personas que llegaban a nado sino también a las desaparecidas a las que se estuvo buscando.