Uno de cada cinco niños de Ceuta está en tercer curso de Educación Primaria sin alcanzar un dominio mínimo de las competencias básicas matemática y lingüística, según los resultados de la última Evaluación de Diagnóstico recogida por el Consejo Escolar del Estado (CEE) en su dictamen recién publicado sobre el estado del sistema educativo, que vuelve a recoger una separata especial sobre las ciudades autónomas.
Durante el curso 2020-2021 se realizó una evaluación individualizada a los estudiantes que finalizaron el tercer curso de Educación Primaria.
Respecto a la competencia matemática, en Ceuta, el 77,9% del alumnado se encontraba en el nivel ‘Suficiente’ o superior (25,7% en el nivel ‘Suficiente’, el 29,5% en el nivel ‘Bien’, el 14,6% en el nivel ‘Notable’ y el 8,2% en el de ‘Sobresaliente’). En el nivel inferior de ‘Insuficiente’ se encontraba el 22,1%.
En competencia en comunicación lingüística, el nivel ‘Suficiente’ alcanzaba el 22,8%, el de ‘Bien’ (el de mayor porcentaje de alumnado) se situaba en el 32,5%, mientras que en los dos niveles superiores se encontraba el 24,7% (con un 17,4% de alumnado en ‘Notable’ y un 7,3% de ‘Sobresaliente’. En el nivel inferior, que por tanto no alcanzó el ‘Suficiente’, se encuentra el 20% de este alumnado.
Los resultados de los estudiantes en las competencias matemática y lingüística evaluadas se sitúan en niveles de rendimiento, lo que permite establecer una correspondencia entre la descripción de la aplicación de los conocimientos y las puntuaciones que se sitúan en los intervalos de cada uno.
El 8,2% del alumnado local alcanza el 'Sobresaliente' en competencia matemática
Además, constituyen un modo de expresar el grado de adquisición de las competencias por parte de los estudiantes. Los niveles de rendimiento se definen en función de los índices de dificultad de los ítems de las pruebas, y mediante un modelo de Teoría de Respuesta al Ítem (TRI) se estima en la misma escala (con media ses debía realizar, en un tiempo de 30 minutos, con una codificación basada en una rúbrica formada por 14 ítems.
La comprensión se evaluó mediante dos textos orales (14 ítems) y tres escritos (17 ítems), con un total de 31 ítems.
Debido a las dificultades organizativas y de recursos disponibles, y a la situación sanitaria provocada por la covid-19, este curso no se aplicó la prueba de expresión oral, siendo los tutores y tutoras quienes realizaron todas las pruebas. Se consideró necesario añadir al cuestionario de familia otro dirigido al profesorado y a los equipos directivos para analizar las consecuencias de la pandemia en los cambios ocurridos en la organización escolar, en la práctica docente y en el proceso de enseñanza‑aprendizaje.
El nivel 'Bien' es el que concentra un mayor número de estudiantes en el ámbito lingüístico
A la vista de los resultados, el órgano consultivo ha vuelto a pedir al Ministerio de Educación y Formación Profesional que “amplíe la oferta de plazas públicas y el cupo de docentes en Educación Primaria para reducir el altísimo número de alumnos y alumnas por aula –de los más elevados de todos los ámbitos territoriales (superando el máximo legal permitido por la ley)– sabiendo, además, que parte del alumnado cuenta con lengua materna específica (dariya en Ceuta), lo que a su juicio debería recomendar una atención con más medios y cupo de docentes.
Carencias desde la base
Convencido de que “el impulso de la Educación Infantil, particularmente en los entornos socialmente desfavorecidos, constituye una de las políticas favorecedoras del éxito escolar”, el Consejo Escolar del Estado ha vuelto a llamar la atención sobre el hecho de que “en las edades correspondientes al primer ciclo de Educación Infantil y en relación con el conjunto de las Comunidades y Ciudades Autónomas, Ceuta obtiene “una de las tasas netas de escolarización más bajas (19%). El valor para Melilla es del 24,6 %.
Las diferencias con la tasa del territorial nacional (35,8%) son, respectivamente, de 16,8 y de 11,2 puntos porcentuales.
“La falta de centros y unidades públicas incide en la situación: para los menores de un año las diferencias con la tasa española (10,9%) están por debajo de los 10 puntos porcentuales (diferencia del 7,9 para Ceuta y de 4,5 para Melilla).
Estos valores aumentan para la edad de un año, al presentar Ceuta una tasa del 14,5% y Melilla un valor del 19,2%, lo que supuso unas diferencias respecto a la tasa nacional de 23,2 y de 18,5 puntos porcentuales, respectivamente. La tasa neta de escolaridad a la edad de 2 años también tiene valores inferiores en comparación con la tasa de España (56,2%): 37,3% en Ceuta (-18,9) y 49,8% en Melilla (-12,4).
No solamente son pocos los escolarizados a esas edades en Ceuta, sino que los que lo están se encuentran más hacinados que en el resto de España. El número medio de estudiantes por unidad en los distintos territorios durante el curso 2020‑2021 en Educación Infantil revela que las cifras más altas se dieron en las ciudades autónomas, alcanzando en el primer ciclo de este nivel educativo los valores de 15 estudiantes por unidad en Ceuta y de 14,1 en Melilla.
En el segundo ciclo, el número medio de estudiantes por grupo en Ceuta fue de 21,8 y en Melilla alcanzó la cifra de 26,5 (el valor de la media estatal fue de 19,1).
Necesidades especiales
En otro orden de cosas, en Ceuta el 88,8% del alumnado con necesidades educativas especiales estaba en el curso 2020-2021 matriculado en centros públicos y el 11,2% en centros privados concertados.
Los centros específicos de Educación Especial y los docentes públicos ordinarios de las ciudades autónomas escolarizaron ese año académico a un total de 1.759 alumnos con ese perfil derivado de discapacidad (1.099 en Ceuta y 750 en Melilla).
El 12% de los estudiantes de Ceuta con alguna discapacidad (en más de un 60% de los casos de naturaleza intelectual) se encontraba escolarizado en el CEE San Antonio, mientras que el 88% restante quedaba integrado en centros ordinarios en los niveles de Educación Infantil y Educación Primaria (45,8%), Educación Secundaria (24,9%) y en otras enseñanzas (17,3%) que incluyen la Formación Profesional Básica, otros programas formativos, la Formación Profesional y el Bachillerato.
Pues nada sigan metiendo en aulas a tecnicos de integracion social y a cuidadoras de personas con dependencia en infantil y primaria,que su labor es muy respetable pero no son niños de integracion son de inclusion educativa y no son dependientes fisicos son niños de inclusion educativa enteraros yaaaa
La falta de recursos humanos, soy defensora de la inclusión, pero ésta exige más profesionales para atender adecuadamente a cada alumno-a.
Cual es el motivo??? Todos lo sabemos….. Y no tiene nada que ver con la pobreza!!! Hay gente muy pobre pero con ansias de conocimientos, se esfuerza y lo consigue!!!!