Prácticamente toda una vida dedicada al mundo de la hostelería. Y ahí sigue Sel Lam Driss, propietario del popular restaurante de Ceuta dedicado al pescado y al marisco: El Pescaíto Frito. Este conocido establecimiento ha pasado por dos etapas, pero ha seguido manteniendo su esencia y su trato cercano y familiar. Los años de experiencia en el sector de la hostelería de su propietario han contribuido al éxito y al buen manejo de este restaurante.
En 2001, en la calle Antioco, Driss abría su nuevo negocio tras haber dejado atrás la cafetería del sindicato, a la que dedicó 25 años de su vida. El Pescaíto frito empezó a crear su popularidad en esta céntrica calle de Ceuta, hasta que el edificio en el que se encontraba el establecimiento tuvo que ser derribado. Sin embargo, este hostelero, en lugar de renunciar a la profesión de su vida y, por supuesto, a su negocio, decidió buscar un local nuevo. Así , en 2007, se trasladó a Pedro de Meneses, también en el centro de la ciudad y cerca de donde había nacido su restaurante.
Este cambio de localización no supuso ningún tipo de pérdida, puesto que ya eran conocidos entre los ceutíes y la gente. Tanto sus clientes más fieles como los turistas que llegaban a la ciudad acudían a su nuevo local para seguir disfrutando del pescado y del marisco fresco tan característico de este establecimiento. Con la llegada de la pandemia, al igual que muchos otros negocios de la ciudad, El Pescaíto frito ha adaptado tanto su establecimiento como su servicio, aunque su carta, sus productos y su trato siguen siendo como siempre: de calidad.
“Nosotros ofrecemos a los clientes todo el servicio lo mejor que se pueda. Lo mejor”, indica Driss. Dedicados, exclusivamente al horario de comidas y cenas, este negocio ceutí aporta siempre un producto fresco para la realización de su platos y raciones.
Con nuevas iniciativas, como la entrega a domicilio, y junto a los servicios en terraza y dentro del local, El Pescaíto Frito ha hecho frente a la situación actual tan difícil en la que nos encontramos. Su pasión por su trabajo hace que cada día siga abriendo y ofreciendo lo mejor de sí. Y, no solo eso, sino que además sigue innovando, puesto que tiene un nuevo plato preparado para el próximo fin de semana que no ha querido revelar. Mientras tanto, los clientes podrán disfrutar de las especialidades de la casa y, por supuesto, del pulpo con mayonesa, que es lo que más demandan.
Pero el pescado y el marisco no son sus únicas especialidades. Este establecimiento también trabaja el dulce. Los postres caseros llenan las vitrinas para ser degustados después de una buena comida marina. “Hacemos postres caseros nuestros de aquí. Flan de turrón, flan de huevo, arroz con leche, natillas. Tenemos un surtidito de postres caseros muy buenos”, cuenta.
El buen trato de este establecimiento queda patente en la pared de su local, donde las fotos de los clientes que han pasado por allí cuelga como si se tratase de un hall de la fama. “De todos los clientes que vienen aquí les hacemos fotos y siempre las ponemos. Son clientes de muchos años. Y siempre que hacemos comidas de Navidad hacemos fotos y las colgamos aquí”, apunta.
Muchos ceutíes han sido los que han pasado y los que siguen acudiendo. La calidad del producto no es lo único que hace a una persona repetir en un restaurante. Y Driss seguirá ofreciendo el mismo trato y servicio hasta que, como él mismo ha dicho, lo hará hasta cuando pueda.