La cafetería ‘Noorayan’ lleva dos años ofreciendo desayunos y meriendas el centro de Ceuta. La abrió Mohamed Karzazi con la unión del nombre de dos de sus tres hijos, Noor y Rayan, después de dos décadas dedicado a la hostelería. Karzazi, nacido en Tánger hace 47 años, se trasladó por primera vez a España hace 25. Con su formación como cocinero, trabajó en negocios de la Península y Marruecos hasta que se mudó a la ciudad autónoma en 2013.
Este establecimiento de la calle Real cuenta con tres espacios en los que se distribuyen las mesas,y uno se encuentra en un patio interior. Karzazi ya ha solicitado los permisos a la Ciudad para instalar allí una barra y poder atender en la temporada de verano. En el local, durante los desayunos y meriendas, los clientes pueden disfrutar de café, té, batidos con frutas naturales, varios tipos de tartas —de limón, de queso, de dulce de leche, de chocolate—, crepes, helado, raifas, breguas y zah zah, así como de distintas pastas y dulces árabes. Con el Ramadán, se venden muchos dátiles, chuparquías y suele pedirse la harira, la sopa típica marroquí.
Mohamed Karzazi inauguró la cafetería en marzo de 2019, justo un año antes de que se decretase el primer estado de alarma: “Hemos empezado bien y cuando comenzó la pandemia ha bajado bastante el tema, pero estamos luchando para salir adelante; eso es lo más importante”.
Con la llegada del coronavirus, ‘Noorayan’ se quedó con un empleado menos: ahora solo están Mohamed Karzazi y Sefiane Chaoui. Los dos se turnan para atender a la clientela cada día, de 8.00 a 22:00 horas. Con el Ramadán, muchos consumidores musulmanes han dejado de acudir para el desayuno o la merienda. Sí aparecen durante la jornada para llevarse chuparquías o a última hora, para romper el ayuno.
Hasta el local se acercan funcionarios de la zona, vecinos y estudiantes y profesores de los centros educativos cercanos. “Cuando la frontera estaba abierta entraba el turismo de Marruecos, ahora hemos perdido también esta clientela”, se resigna Karzazi. Pero el propietario de ‘Noorayan’ confía en que la situación mejore y el local vuelva a rebosar de vida como en sus inicios.