Las gemelas ceutíes Mariló y Yoa Núñez González abrieron hace 17 años su propia peluquería en el centro de Ceuta. Su “vínculo especial” y unas carreras paralelas en el sector las llevó a fundar ‘Twin Núñz’, en el número 4 de la calle María Salud Tejero. Hasta inaugurar el establecimiento, las hermanas trabajaban en distintas empresas.
Mariló Núñez era empleada de una peluquería con servicios de estética. “Como estaba yo sola trabajando, la jefa nunca estaba, pues parecía mío. Es una tontería llevar el negocio de una persona cuando estás tú sola. Para eso llevas el tuyo”, expone. Además, añade Mariló, su hermana se encontraba en otro centro estético: “Dijimos que para eso, nos juntamos y estamos las dos juntas y hacemos uno solo”. En 2006 se instalaron en el corazón de Ceuta con ‘Twin Núñz’.
Como ambas estudiaron los mismos módulos y tienen unas técnicas muy similares, a la mayoría de los clientes, que se reparten casi a partes iguales entre hombres y mujeres, les resulta indiferente cuál de las dos se haga cargo de su cabello. Aunque siempre hay algunos con preferencias. Ellas se adaptan al gusto de los usuarios: las dos cortan y dan baños de color, y están al tanto de las últimas tendencias, como las mechas balayage, tan populares ahora. Como acuden personas muy diferentes entre sí, hay algunas “muy clásicas”, explican las hermanas, y otras más atrevidas que apuestan por cambios radicales.
En la planta superior del local las gemelas, de 39 años, ofrecen sus servicios de estética; desde depilaciones y manicura hasta tratamientos faciales y corporales de todo tipo. Pero a Mariló Núñez, trabajar con el pelo le reporta una satisfacción diferente: “Me gusta mucho trabajar las mechas, aparte de los colores. Es muy distinto a la estética; el cambio que te da la peluquería a la hora de salir por la puerta no te lo da la estética”.
A pesar de que las gemelas se muestran alegres, han pasado por unos meses complicados debido a la pandemia, de los que han salido poco a poco. Durante el confinamiento, en aquellos momentos Mariló estaba embarazada de su segundo hijo y fue Yoa quien tuvo que hacerse cargo de ‘Twin Núñz’. Prestó servicios a domicilio pocos días antes de reabrir el negocio, a clientes que no salían de casa. Y para cuando levantó la persiana del establecimiento, su gemela se encontraba de permiso maternal. “Fue duro, estuve cuatro meses sola y estuve echando muchas horas. También tenías que llevar un horario, la gente vulnerable a primeras horas, la gente más joven a última...”, confiesa Yoa.
Pero al terminar la desescalada, también hubo clientes nuevos que se acercaron por el tamaño del local, que entre sus dos plantas suma 100 metros cuadrados. Y en el que, con niños pequeños en la familia, aseguran las gemelas, se mantiene una limpieza digna de un quirófano.