Las obras de la N-352 han transformado esta transitada carretera nacional en un Scalextric, sólo que aquí no se trata de pequeños coches de competición manejados por aficionados a este clásico juego, sino del tránsito de vehículos a una frontera, un hospital y varias barriadas. Eso sin contar un polígono industrial con naves donde muchos ceutíes suelen ir a comprar cuando las largas colas se lo permiten. Este es el panorama con el que, desde hace unos días, se encuentran los coches que circulan por la N-352 de Ceuta.
Las obras de la zona han obligado al corte de parte del vial que transcurre desde la frontera. Ha sido a la altura de la rotonda de subida al Hospital Universitario y ahí es precisamente donde se forma el caos circulatorio de este particular Scalextric en el que se han visto inmersos los coches que transitan por esta vía.
Una vez alcanzan la rotonda y al toparse de frente con la valla que impide el paso para continuar dirección centro, los vehículos deben girar hacia la izquierda y bordear la rotonda para, unos metros más adelante, incorporarse de nuevo al vial que les permitirá continuar hacia el centro. Pero ahí se encuentran con otro escollo, el de los coches que circulan en dirección contraria y quieren continuar bien hacia el centro hospitalario o la frontera, en cuyo caso deberán desviarse a la derecha hasta llegar a la zona de embolsamiento, tal y como viene siendo obligatorio desde que se habilitó esta área con el propósito de reducir los atascos en una carretera nacional día sí y día también abarrotada y con atascos de varias horas.
Pero a este tránsito vial aún se suman los coches procedentes de las barriadas de Loma Colmenar o el Príncipe que, una vez alcanzan la rotonda de subida al hospital, también se verán envueltos en un entramado de coches que entran y salen de la rotonda en un caos circulatorio que marearía al más pintado al volante.
Y todo ello con el agravante de que ningún agente controla el tránsito circulatorio y son los propios conductores los que se ven obligados a circular en medio de la ratonera en que las obras de la N-352 han convertido este tramo viario.
Alli mismo iba a dar a un motorista, porque los dos no sabíamos qué reglas aplicar en tal sitio.