La presidenta del Colegio Oficial de Psicología de Ceuta, Dolores Escalante, ha ofrecido una charla para mostrar las psicopatologías que pueden aparecer tras un parto y que, en algunos trastornos concretos, puede afectar a cinco de cada 100 mujeres, un 20% de las mujeres que han dado a luz. Se trata de un problema que Escalante quiso visibilizar de modo que las personas afectadas puedan reclamar un servicio psicológico. “La mujer vive una etapa de mucha sensibilidad y es necesario llevar a cabo el adecuado seguimiento para prevenir estas situaciones”.
Depresión posparto, ansiedad, trastorno obsesivo compulsivo, bipolaridad o estrés postraumático son algunas de las patologías a las que están expuestas las mujeres, tanto durante el embarazo como una vez que se produce el parto. Aunque la más habitual o conocida es la depresión posparto, la psicosis posparto cada vez registra porcentajes más elevados, llegando a afectar a una de cada mil mujeres. “Es más frecuente de lo que parece y puede derivar en un infanticidio elevado que, en caso de haberse tratado, se podría haber evitado”, ha puntualizado Escalante.
En el caso de una depresión posterior al nacimiento del bebé, la mujer llega a sentirse culpable al “identificar que no quiere estar con su hijo, pero no es que no quiera, sino que no puede”. Es una de las causas que derivan de esta patología, a la que se suma otra que afecta directamente al niño. “Durante los tres primeros años de su vida necesitan a su madre y si no se les atiende como necesitan porque ella está afectada por una depresión, eso va a condicionar su modo de entender su entorno y la vida y también le puede afectar psicológicamente”.
Por otra parte, el índice de suicidio en las mujeres que sufren algún trastorno durante el primer año de vida del bebé también ha disparado las estadísticas y se sitúa en un elevado porcentaje.
Las causas de producirse alguna de estas patologías son múltiples, desde antecedentes familiares, hasta un embarazo sometido a estrés. “Debido a esto, la madre libera una hormona que el bebé se traga y también le afecta a ellos, tanto en su infancia, como en su vida adulta, en caso de no haber sido testado y recibido un buen apoyo”.
El tipo de parto también influye en la futura salud mental de la madre, ya que en ocasiones se desatiende el aspecto psicológico en detrimento de la parte física. “No se atiende las necesidades de la mujer en este momento y cómo le está afectando”.
Para la psicóloga, experta en psicología perinatal, un tratamiento adecuado es la forma de evitar estas patologías. “Al igual que la mujer está sometida a pruebas físicas durante el embarazo, también hay que hacer un seguimiento psicológico y tratarla para evitar que se produzcan estas situaciones posteriores”.
Aunque los profesionales de la Sanidad están cada vez más sensibilizados, Escalante considera que “aún queda camino por recorrer” para solventar una situación que la Organización Mundial de la Salud, OMS, ya considera “muy grave”.