Cientos de personas han llenado las principales calles y avenidas de Tetuán, totalmente engaladas con banderas de Marruecos, para poder ver y saludar al Rey Mohamed VI, quien este años ha elegido la zona de Rincón para celebrar el Eid al-Adha, la Fiesta del Sacrificio.
Tal y como estaba establecido, la comitiva real ha llegado puntualmente a las 10.30 horas a la mezquita de Hassan II en Tetuán para participar en el rezo del Eid Al-Adha. Una oración que, además de celebrarse en todas las mezquitas y explandas habilitadas para ello de Marruecos, también se ha podido seguir en directo por la radio y por la televisión pública del país.
A su llegada a la mezquita de Hassan II, Mohamed VI ha saludado a una formación de la Guardia Real, además de las principales autoridades civiles y militares que le han acompañado en este solemne acto.
Después de la oración, en el sermón el imam ha destacado el gran significado de este día, destacando que la festividad de Eid al-Adha representa uno de los rituales del Islam, en el que se evidencian la unidad, la hermandad, la solidaridad y la solidaridad entre los musulmanes.
Además, señaló que gracias a Dios, el Rey Mohamed VI ha hecho que Marruecos se haya convertido en una "nación próspera" gracias a una apuesta "importante, decidida y constructiva" por proyectos lanzados por el rey, que "han puesto a Marruecos en una posición destacada entre las naciones y le han otorgado un estatus en el que se le considera un modelo internacional y regional".
Para concluir, el imam ha pedido a Alá salud y protección para todos los miembros de la familia real ya que Mohamed VI ha estado acompañado por el Príncipe Heredero Moulay El Hassan, el Príncipe Moulay Rachid, el Príncipe Moulay Ahmed y Moulay Ismail.
El Rey realiza el ritual del sacrificio
Al salir de la mezquita, el Rey realizó el ritual del sacrificio, mientras que el imam de la Mezquita Hassan II ha sido el encargado de hacer lo mismo con el segundo cordero.
Al concluir esta ceremonia, Mohamed VI ha abandonado la Mezquita de Hassan II y ha regresado al Palacio Real en medio de los aplausos de los ciudadanos que estaban en la calle para expresar su cariño al Rey, mientras que varias unidades de artillería realizaban una exhibición en su honor.