Las aulas del Centro de Educación de Personas Adultas (CEPA) Edrissis acogerán en cuanto el Área de Menores de la Ciudad Autónoma termine de cerrar los últimos detalles operativos la puesta en funcionamiento en horario matutino del programa de inmersión lingüística en castellano que la Dirección Provincial del Ministerio de Educación y Formación (MEFP) va a activar con una decena de trabajadores del Plan de Empleo, la mayoría maestros, dos educadores sociales y un técnico en Animación y Actividades Físico Deportivas.
El proyecto está concebido para mejorar la competencia en español de cuarenta menores extranjeros no acompañados (MENA) hasta el 30 de junio, aunque el personal contratado también colaborará en las actividades ordinarias del CEPA en la atención a su alumnado, según indicó ayer en declaraciones a ‘El Faro’ el director provincial del MEFP, Javier Martínez.
El Ministerio tenía todo preparado para comenzar hoy las clases de apoyo a los niños migrantes solos que las recibirán con el propósito de facilitar su aterrizaje en los centros ordinarios en los que han de ser escolarizados para cumplir con la legislación como menores en edad de estar obligatoriamente en aulas.
El programa de Aulas Intensivas de Inmersión Lingüística se estructurará en tres niveles. El primero, para estudiantes “recién incorporados que presenten un nivel nulo o muy bajo de competencia lingüística en español”. El objetivo es que alcanzen “un nivel básico de español que les permita seguir avanzando en su formación y relacionarse con sus iguales y profesorado en lengua española”.
Los destinatarios del segundo serán quienes superen el primero o ya posean un nivel de competencia lingüística superior al A1 del Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas.
Con el fin de propiciar su tránsito a la ESO en sus grupos de referencia se agruparán las materias en distintos ámbitos de conocimiento: de Comunicación; Social y Científico Tecnológico. Las horas destinadas a Lengua, Matemáticas o Ciencias serán las establecidas de manera colegiada por el equipo docente responsable.
“Garantizar el derecho a la Educación”
El propósito último de las Aulas Intensivas de Inmersión Lingüística, para las que también se habían explorado desde la Dirección Provincial vías de colaboración con organizaciones del Tercer Sector con experiencia como Digmun, pasa por “garantizar el derecho a la Educación” a los niños migrantes “y facilitarles su incorporación progresiva a los centros educativos”. La idea es que cada una de las aulas, para las que durante los últimos meses se habían barajado distintos posibles emplazamientos en la zona centro y la periferia, tengan adscritos una serie de institutos y centros concertados.
Más de 450 menores bajo tutela de la Ciudad Autónoma
El Área de Menores de la Ciudad Autónoma tutela actualmente a más de 450 niños y adolescentes migrantes solos. El Centro de Realojo Temporal de ‘La Esperanza’ alberga en sus dependencias a 344 jóvenes extranjeros no acompañados a los que hay que sumar los 80 atendidos directamente por la empresa SAMU en los módulos prefabricados instalados hace ya más de un año en los bajos del equipamiento de Hadu.
Además, según las fuentes consultadas por este periódico, en el Centro Mediterráneo hay “una veintena larga” de menores de corta edad y chicas foráneas. Por último, en el Centro de Reforma de Punta Blanca se encuentran otros siete menores extranjeros solos.
Con estas cifras, la Ciudad se encuentran en el momento de mayor saturación que ha conocido en términos absolutos, coyuntura que, además, impide ejecutar las obras que precisa con urgencia desde hace meses ‘La Esperanza’ en sus plantas superiores.
Uno de los retos del programa de inmersión lingüística que va a activar el Ministerio es elegir a sus cuarenta beneficiarios, qué criterios utilizar para su selección y qué posibilidades existirían para ampliar la prestación a más tutelados igualmente necesitados de clases de refuerzo y apoyo para mejorar su competencia en el castellano, lengua vehicular, y abrirles un horizonte más optimista.
Repatriación y devolución a sus familias. NO SOMOS la guardería de Marruecos, ni tenemos por que destinar nuestro dinero y recursos a atender a estos críos. Que se ocupen ellos, puesto que son suyos.