La emoción y los nervios a flor de piel se dejaban sentir desde primera hora de la tarde en la Iglesia de San Idelfonso, en la barriada de El Príncipe, donde Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado, el Señor de Ceuta, y Nuestra Señora de los Dolores esperaban en sus parihuelas la hora de la salida para recorrer las calles de la ciudad acompañados por la devoción y el calor de los fieles.
Este sábado era el día del traslado hasta su casa de Hermandad, ubicada en las Puertas del Campo, donde comenzarán en los próximos días los preparativos para que la salida procesional del Lunes Santo esté a la altura de lo esperado por los ceutíes y sea tan esplendorosa como desean los hermanos.
La salida estaba prevista a las 18.30 horas. Sin embargo, los hermanos, así como los fieles, se encontraban en la iglesia de San Idelfonso desde bien temprano. Estaban ultimando los detalles para que los sagrados titulares lucieran radiantes bajo el cielo de Ceuta.
"Significa mucho para mí, he pasado un año complicado", expresaba una vecina de Ceuta que prefería mantener su anonimato mientras entregaba un ramo de flores al Cristo del Medinaceli.
Un sentimiento compartido por muchos de los fieles, quienes expresaban que "esto es lo más grande que hay, le tengo mucha fe. Lo más bonito", tal y como ha añadido Luisa Roz.
Con lágrimas en los ojos, muy mocionada y sin apenas poder articular palabra, Isabel Torbacho ha asegurado que el Señor de Ceuta significa "todo" en su vida. "Viene de mi madre, de todos, de mi familia y siempre le acompaño", en cada salida.
Y es que, la devoción por el Cristo de Medinaceli "es una tradición de toda la vida y siempre la llevaremos. Tenemos mucha fe en él", reiteró Ana Tamúñez.
Las flores, las ceras, sus impolutos trajes… Todo estaba preparado para recibir un año más el cariño de los ceutíes que no han faltado a esta tradicional cita a pesar de haberse celebrado una semana antes de lo habitual.
La devoción por el Señor de Ceuta y Nuestra Señora de los Dolores es innegable y poco a poco los fieles se fueron concentrando en los alrededores del templo religioso esperando la salida. También llegaron hasta el lugar numerosas autoridades civiles y militares, así como el obispo de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza.
Impaciencia mientras llegaba el momento de la salida, entusiasmo por volver a ver al Cristo de Medinaceli por las calles de la ciudad y lágrimas de emoción en los ojos de los fieles expresaban un sentimiento que es imposible de explicar.
Con el cuerpo de acólitos que encabezaba una comitiva que la componían también las mantillas y penitentes con hábitos de nazarenos y una cruz a cuesta, algunos incluso descalzos y con ojos tapados, todos preparados, llegó el momento de la salida del Señor de Ceuta a hombros de sus costaleros, ataviados con trajes de chaqueta al llevarlo en parihuela.
Un momento muy emotivo donde el silencio predominante mientras el Señor salía del templo religioso dio paso a unos fuertes aplausos de los fieles y devotos cuando Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado ya estaba en la calle. Tampoco faltó el grito de ¡Viva el Señor de Ceuta! mientras los ceutíes le pedían protección un año más.
Una estampa similar se vivió unos segundos más tarde cuando llegó la hora de la salida de Nuestra Señora de los Dolores, que con su traje color granate impoluto y su manto azul oscuro, iba portada a hombros de un grupo de costaleras.
Así comenzó un recorrido donde predominaba el silencio y donde la fe y la devoción se sentían en cada rincón de la barriada del Príncipe con muchos penitentes con los pies descalzos e incluso los ojos tapados.
Poco a poco fueron irán por sus calles hasta llegar, de acuerdo al itinerario previsto, a la Mezquita de Sidi Embarek, en donde tendrá lugar una estampa que se repite cada año y donde la mezcla de culturas y el respeto queda demostrado una vez más.
Antes de continuar su recorrido hasta la casa de hermandad, Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado y Nuestra Señora de los Dolores tienen previsto hacer parada en el acuartelamiento González Tablas para la liberación del preso.
Tras ello, continuarán por la barriada de Hadú hasta llegar a las Puertas del Campo, donde le esperan con los brazos abiertos los miembros de su Venerable Hermandad de Penitencia y Cofradía de Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado y María Santísima de los Dolores.
Allí se pondrá fin a un traslado que, seguro, dejará momentos y estampas que quedarán en la memoria de todos los ceutíes que se han acercado a ver al Señor de Ceuta.
Durante el recorrido, el Señor de Ceuta ha ido acompañado por un Cortejo en el que estaba el presidente de la Ciudad, Juan Vivas; algunos consejeros como Pilar Orozco y Alejandro Ramírez; los asesores Eduardo Ayala y Adela Nieto; el comandante general de Ceuta, Marcos Llago Navarro y el presidente de la Autoridad Portuaria, Juan Manuel Doncel; entre otros.
"Cada año hay más gente", se escuchaba decir a algunos de los que acompañaban al Señor de Ceuta mientras hablaban de la devoción que se le tiene a este Cristo que tiene su casa en la barriada del Príncipe.
A su paso por las calles de la ciudad, muchos ceutíes sin importar la religion se paraban a los pies de los Sagrados Titulares para admirar con respeto una estampa muy significativa de la Semana Santa ceutí. Una imagen que querían guardar retratada para siempre con las fotografías que hacían con sus teléfonos móviles mientras los ojos se les empañaban de lágrimas.