El escritor y guionista Ignacio Martínez de Pisón, Premio Nacional de Narrativa en 2015, participará esta tarde a partir de las 20.00 horas en los 'Encuentros con el autor' que periódicamente organiza la Biblioteca Pública del Estado de Ceuta.
La cita será en la Sala de Usos Múltiples, donde el autor hablará sobre literatura con todos los que se acerquen a participar.
–¿Hoy llegará a Ceuta para participar en un encuentro con los lectores, ¿qué pueden esperar de esta cita?
–La literatura es para mí una de las cosas de la vida que están en el lado de la felicidad. Los coloquios sobre literatura son coloquios sobre una de las cosas buenas de la vida.
–Recientemente publicó ‘Castillos de fuego’, ¿qué encontrarán los lectores entre las páginas de este libro?
–Es una novela cuya acción se desarrolla en Madrid en un período particularmente trágico de nuestra historia común, los años inmediatamente posteriores al final de la Guerra Civil.
Era aquella una España atroz, hambrienta, vengativa, sanguinaria. Se ha escrito mucho sobre la guerra y muy poco sobre la primerísima posguerra. La literatura funciona en parte como memoria colectiva de la sociedad. Algún novelista tenía que escribir sobre ese período para que no cayera definitivamente en el olvido.
–¿Qué le llevó a escribir novelas históricas?
–En realidad, no considero que mis novelas pertenezcan en sentido estricto al género de la novela histórica porque hablan de un pasado que todavía está vivo.
"La literatura es, para mí, una de las cosas de la vida que están en el lado de la felicidad”
–¿Cuál es el periodo que más interés le suscita?
–El siglo XX español. Un siglo convulso, violento, complejo y, ¿por qué no decirlo?, apasionante para los novelistas. Las últimas generaciones de españoles hemos tenido la suerte de vivir la etapa más pacífica, próspera y democrática de la historia de España. Tenemos que tener siempre presente nuestro pasado para poder valorar la fortuna que hemos tenido de nacer en esta época.
–¿Qué elementos considera que debe tener una novela histórica para que sea atractiva para el público?
–Las buenas novelas hablan de asuntos universales y eternos. Las buenas novelas ambientadas en el pasado no dejan de reflexionar sobre el presente.
–¿Cómo empezó en el mundo de la literatura?
–Supongo que en los inicios de cualquier actividad hay siempre un deseo de emulación. Siempre me ha encantado leer. Cuando era adolescente, pensaba que si había personas que habían escrito libros que me habían fascinado tal vez yo también podría escribir historias que fascinaran a otras personas.
"Las buenas novelas ambientadas en el pasado no dejan de reflexionar sobre el presente”
–¿Ha ido cambiando su forma de escribir con el paso de los años?
–Sí, mucho. Empecé a publicar muy joven, con solo veintitrés años. Era todavía un escritor a medio hacer y solo escribiendo y escribiendo llegué a descubrir el escritor que quería ser. O tal vez el escritor que podía ser.
–¿Hay algún libro que sea más especial de todos los que ha publicado?
–La novela con la que realmente me convertí en novelista. Se titula ‘Carreteras secundarias’. La publiqué hace ya más de un cuarto de siglo. Con esa novela, que fue pronto llevada al cine, me convertí también en guionista, algo que me hacía mucha ilusión.
–¿Se encuentra inmerso en algún nuevo proyecto?
–Mis novelas tienen pocos elementos autobiográficos. Ha llegado el momento de convertir algunos episodios de mi vida en literatura. Estoy escribiendo unas pequeñas memorias sobre mi infancia y juventud, que son las etapas verdaderamente determinantes en la vida de una persona.