La Guardia Civil y unidades marítimas de Marruecos siguen sacando a inmigrantes del mar en una auténtica cascada de intentos de entrada en Ceuta. Durante la tarde se han repetido las mismas escenas de adultos y menores que se han echado al mar para bordear el espigón.
El Servicio Marítimo ha cooperado con la marina marroquí en la localización de personas, orientándoles dónde estaban los nadadores. Entre ellos, también había niñas. Cada vez son más las adolescentes que se suman a los grupos que intentan acceder a este lado de la frontera de manera clandestina.
Agentes marroquíes han sacado del mar a una decena de jóvenes, subiéndolos uno a uno a su embarcación hasta llegar a los arenales. En los recursos dispensados por la Ciudad Autónoma han ingresado 10 menores.
Allí, quienes participaban en este intento de pase a Ceuta han sido fotografiados, han recibido ropa seca para, después, ser trasladados a la base de los agentes.
Una jornada de constante presión
No se para en esta jornada continuada de incursiones en el mar, una jornada que ha dejado ya un muerto además de varios traslados al hospital de personas que fueron rescatadas in extremis, a punto de ahogarse.
Las fuerzas de seguridad han hecho uso de un dron. A las unidades del Servicio Marítimo y GEAS se han sumado patrullas e incluso el helicóptero.
Es la lectura de un día más en la frontera sur, una jornada en la que el mal tiempo vuelve a animar a cruces marcados por la temeridad. Lo que está pasando no asusta, tampoco frena a quienes solo buscan llegar a este lado de la ciudad.
Lo grave de este tipo de intentos de entrada radica en la vía que se explota: la del cruce a nado por una zona amenazada por continuos fenómenos adversos que llevan a que se ponga en peligro las vidas.
Si esto no es "efecto llamada", ya me dirán que es... Ropa seca, un vaso de leche caliente, y para la frontera, a dormir en su casa. No podemos hacernos cargo de todo lo que llega.