Con las fronteras aún cerradas, el tráfico ilegal de droga entre el país vecino y la costa española también se ha visto afectado. Sin embargo, ni siquiera la pandemia ha acabado con la afluencia o, al menos, los intentos de transportar esta mercancía entre ambas zonas. En esta ocasión, ha sido la policía marroquí la que ha incautado nada menos que 11,4 toneladas de hachís a bordo de un camión de transporte internacional en el megapuerto Tánger Med, en el norte del país. Este vehículo estaba destinado, asimismo, para desembarcar en un puerto español.
El alijo interceptado estaba disimulado en una carga de productos agrícolas destinados a la exportación a bordo del camión matriculado en Marruecos. Así lo informó, al menos, la Dirección General de Seguridad Nacional en un comunicado emitido ayer por la noche para notificar de lo sucedido.
El conductor, quien era un marroquí de 33 años, fue arrestado durante esta operación llevada a cabo por los efectivos policiales en coordinación con sus homólogos de la Aduana. La misma fuente que informa de lo sucedido añadió, además, que las investigaciones aún continúan para identificar a otros posibles cómplices de esta operación, así como las eventuales ramificaciones internacionales que podrían estar detrás de este acto.
Ya a finales de la semana pasada se interceptaron, esta vez en Almería, más de 4.000 kilos de hachís también provenientes de Marruecos. En esa ocasión la Guardia Civil, que había desmantelado a la organización responsable, llegó a detener hasta a cinco personas en dicha operación. Según las últimas cifras disponibles, y con una estimación de 52.000 hectáreas dedicadas al cultivo del cannabis, Marruecos es líder mundial en la producción de hachís. Además, es el principal proveedor del mercado europeo en el suministro de estas sustancias ilícitas y, del mismo modo, también es uno de los principales abastecedores del africano.