Un ‘atrapado’ marroquí consiguió llegar a nado a Marruecos bordeando el espigón del Tarajal y aprovechando que la playa estaba llena de bañistas. Esa es la mejor imagen, el mejor escenario del que se aprovechan los marroquíes a los que el cierre de la frontera sorprendió en nuestra ciudad, viéndose obligados a vivir en la nave del Tarajal.
Los bañistas que se encontraban en la playa fueron testigos, una vez más, de lo ocurrido, de cómo este varón emprendía la carrera para llegar al espigón y bordearlo a nado llegando a su país. Es uno más de los casos que se han ido repitiendo en estos días, todos por el mismo punto, o por el espigón de Benzú que conduce a Beliones y que se ha convertido en lugar de múltiples carreras al objeto de llegar al otro lado, al país de origen cuyas puertas se cerraron el 13 de marzo con una orden por sorpresa que nadie imaginó que se extendiera en el tiempo y que se mantiene todavía sin fecha oficial de finalización de momento
A pesar de que las patrullas de la Benemérita controlan las zonas de los espigones, las escapadas se producen en cualquier momento, aprovechando la elevada presencia de bañistas en el Tarajal y los escasos metros que separan la playa del espigón para, a nado, poder alcanzar el lado marroquí. Una vez en el vecino país se les hace controles para evitar la propagación del COVID-19 y se aplica una cuarentena.
La nave del Tarajal está habitada por un centenar de personas, de las que casi la mitad son mujeres, destacando además los residentes que han alcanzado la mayoría de edad en este periodo de confinamiento y ya no pueden permanecer por más tiempo en los centros o instalaciones destinadas a menores como Piniers o ‘La Esperanza’.
Habrá que quitar el espigon.
No hay fuga. La realidad es que quieren regresar a sus casas con su familias y su pais, Marruecos, no les ofrece ninguna posibilidad de retorno.
Ahora q por fin se van solitos, no les dejan tampoco marchar,una boca menos que alimentar de gratis, no se porque tanto bombo si solo han venido a dar la lata y ver si pasaban el charco