La noche del martes estuvo marcada por la llegada del grupo voluntario de Regulares de Ceuta que se desplazó hasta Algemesí, en Valencia, para ofrecer su ayuda a los damnificados por la DANA.
FaroTv ha tenido el enorme placer de acceder a la historia vivida por nuestros representantes del Ejército de Tierra en Valencia de la mano del capitán de Regulares Luis Javier Ibisate.
¿Cuál fue la primera impresión que se llevaron nada más pisar tierra valenciana?
Fue bastante desoladora y devastadora. Calles completamente inaccesibles, garajes llenos de coches inoperativos... Cuando nosotros llegamos ya empezaban a tener materiales de primera necesidad cubiertos, pero sí es verdad que el ambiente general era bastante triste y fue un gran placer poder llegar allí y aportar nuestro trabajo.
¿Qué tipo de trabajos realizaron en Algemesí?
Nuestro principal trabajo era: teníamos cinco almacenes que abastecían a un punto de distribución en el centro de la población. A esos cinco almacenes llegaba toda la ayuda humanitaria del pueblo español y nosotros nos encargábamos de lotear y clasificar el material para trasladarlo a ese punto donde se repartía a la población.
Además, hemos hecho otros muchos cometidos en coordinación con las autoridades civiles del pueblo, la alcaldía, la dinámica de emergencia y la Policía Local.
Hemos sacado vehículos inoperativos de garajes, hemos ayudado a limpiar las calles, retirada de escombros y hemos realizado patrullas móviles para dar ese material de primera necesidad a personas mayores o las que tenían incapacidad para trasladarse a ese punto de distribución.
Trabajaron incluso de noche, ¿no?
Sí, correcto. Había dos turnos de trabajo; uno diurno y otro nocturno de 12 horas cada uno, que se relevaba con otra Unidad y se iba a 13 o 14 horas.
¿Cuál es la imagen que se ha quedado grabada en sus retinas ya en el caso de usted o el resto del grupo?
La imagen desoladora de cómo estaba el pueblo. Y tras hablar con todo el grupo de Regulares que hemos estado allí nos llevamos una imagen de satisfacción de haber cumplido y haber puesto nuestro granito de arena, nuestro trabajo y de ver que más o menos el pueblo iba recuperando la normalidad. Se abrían colegios, supermercados cercanos… y nos hemos venido muy satisfechos. Fue muy reconfortante saber que hemos ayudado bastante a la población de allí.
¿Han compartido historias humanas? ¿Alguna en concreto que se pueda contar?
Las muestras de afecto de los ciudadanos del pueblo eran continuas, se paraban a hablar con nosotros.
Una historia, por ejemplo, fue en la que fuimos a repartir material sanitario a una persona mayor y justo había coincidido que había hecho la mili en Regulares. Tenía mucho recuerdo de la Unidad y qué mejor que ayudar a gente de Ceuta y de la Unidad.
Se puede decir que han servido de apoyo a esas personas que han podido perder a familiares además de bienes materiales, ¿no?
Sí, correcto. Allí, el personal compartía muchas historias con nosotros. Es normal, necesitan también que les escuchen y muchas veces estando en el terreno a pie de calle pues éramos los primeros que íbamos a repartir; nos pedían ayuda de cualquier cosa y nos contaban sus historias, estaban súper contentos de que estuviéramos allí, agradecidos.
También nos daban de todo, desde café hasta comida caliente, muy volcado el pueblo con la Unidad de Regulares y la Comandancia de Ceuta. Ha sido un placer, la verdad.
¿Qué han aprendido de esta experiencia?
Es una experiencia personalmente muy reconfortante para todos los miembros que hemos estado allí porque en nuestro día a día dentro de la preparación de combate no tenemos ese contacto tan diario con la población local.
Entonces, ver que uno de nuestros cometidos que es ayudar a España y, en consonancia, a su pueblo, allí lo hemos podido realizar, es muy satisfactorio.
También la instrucción diaria que hacemos, por ejemplo, de recuperación de vehículos que en Algemesí lo hemos podido ejecutar para ayudar a esta población, pues nos llevamos una experiencia personal muy satisfactoria, reconfortante.
Al igual que con las historias que hemos compartido con la población de allí. Cada uno se la lleva en su corazoncito y seguro que lo va a recordar a lo largo de su vida dentro de años cuando recuerden lo que pasó en Valencia y puedan decir que estuvieron allí y echaron una mano.
¿Qué decía la gente cuando se enteraban de que procedían de Ceuta?
Lo primero que les sorprendía era de lo lejos que veníamos. Luego ya les explicamos que se habían coordinado distintas Unidades para ayudar y que se iban a ir relevando y ya entendían el porqué.
Sobre todo, mucha gente que compartía experiencias con nosotros había visitado Ceuta o tenía familiares aquí porque mucha gente sí que conocía la ciudad y eso era lo que nos transmitían. Tenían mucho cariño a la ciudad.
¿Volverían a ofrecer su ayuda?
Sí, sin ninguna duda. Si se nos requiere, allí estaremos para seguir cumpliendo los cometidos que haga falta.
¿Están de acuerdo cuando se os denomina con la palabra héroes?
Hombre, yo creo que héroes es mucho para denominar el trabajo y las personas que hemos estado allí. Nosotros hemos hecho el trabajo que se nos ha requerido día a día, al que estamos acostumbrados.
Hemos pasado sueño, hambre, hemos trabajado mucho, pero es a lo que estamos acostumbrados en maniobras y, si encima lo hacemos por la población civil, mucho mejor.
A mí no me corresponde saber si somos héroes o no, lo que sí puedo asegurar es que allí hemos cumplido la misión, hemos ayudado al pueblo y es para lo que estamos.
De esta manera, finalizaba esta agradable entrevista al capitán de Regulares en Ceuta, Luis Ibisate.
Los militares nunca hacen nada.Ni les subaiis el sueldo ni nada ,no se lo merecen tanto como la Policia Nacional y la Guardia Civil...