La sesión de tarde seguida en la Audiencia de Ceuta para esclarecer el crimen de la trabajadora del juzgado, Mª Ángeles Lozano, se ha extendido hasta prácticamente las nueve de la noche.
Se ha podido conocer la distancia a la que las expertas del Instituto de Criminalista prevén que se produjo el disparo del policía local acusado de asesinar a su mujer.
Señalaron que ellas analizaron la vestimenta que llevaba la víctima, dos colgajos donde se comprobaba los orificios de entrada y salida.
¿Cuál fue la distancia de tiro?: a poca
Para intentar dar con la distancia a la que se produjo el disparo, las peritos señalaron que utilizaron un microscopio para ver las heridas y los residuos.
“La morfología que tenía el orificio era en el hombro derecho. Concuerda ya que tenía la entrada cerca hombro y la salida por la zona escapular. En la ropa también se apreciaban esos orificios”.
Han añadido que, en la herida, se apreciaba que tenía mucha pólvora tal y como aparece en los informes. “Las partículas que se ven son anaranjadas y gran cantidad de residuos”.
Apreciaron que el orificio era más grande en la sudadera que en la piel, detallando que se trata de 4 centímetros en la sudadera y de 6 milímetros en la herida. “Eso se debe a que hay poca distancia de tiro”.
Tras el estudio, las peritos afirmaron que el margen del disparo era “inferior de la media distancia”, es decir, “por debajo de los 50 centímetros”. “Es una distancia de pocos centímetros. Todo nos corrobora que la distancia fue muy próxima”.
El disparo se produjo a menos de 50 centímetros
Una teoría que recriminó Planelles, que señaló que podía “estar de acuerdo” con la distancia pero para él eso es “larga distancia”. “El disparo se pudo realizar entre 30 y 50 centímetros”.
De los diferentes vídeos que se pudieron poner en Sala, la Defensa reclamó uno que se dejó claro que “no constaba en el expediente” por lo que fue rechazado.
Asimismo, Planelles ha señalado que no es compatible que los disparos se efectuaran tal y como explicó la hija de la víctima. “No puede tener el ángulo de tiro que dice la joven”.
Cabe recordar, ya que lo hizo la Fiscalía, que la menor señaló que su padre estaba de lado cuando disparó mientras que la defensa que estaba de frente cuando “forcejearon”.
La recogida de los vestigios en el domicilio
El agente del Cuerpo Nacional de Policía que hizo, en primer lugar, la inspección ocular de la vivienda destacó que se realizaron fotografías de todo lo encontrado y que todas esas pruebas se mandaron a Madrid.
“Desconocemos cuál era la distancia, vemos una vaina, que cae un fregadero, pero no sabemos la distancia porque ha podido tener diferentes trayectorias”.
El agente señaló que cuando llegaron a realizar a la inspección ocular había muchos policías locales y nacionales. “Son ellos los que nos explican lo que había ocurrido. Además, nos dicen los hechos y que el cuerpo víctima tuvo que ser trasladada al salón para atender a la víctima”.
“Una vez que sale todo el mundo, se ve sangre, pisadas y comprobamos también dónde está el arma, el cargador y la vaina”.
¿Qué es lo que recogieron?: el arma oculta
Dejaron claro que se mantuvieron en la puerta sin realizar su trabajo hasta que llegó la jueza y contar con su autorización. “Le pedimos permiso para buscar esa arma, ponerlo en su seguridad y recogerlo”.
“Observamos que el escenario ha sido manipulado y por desgracia que, para atender al a víctima, hay pisadas”.
Eso sí, para despejar dudas que puso la defensa encima de la mesa, el policía señaló que no se pusieron los EPIS porque eso sirve para “protegernos nosotros, no contaminamos para nada el escenario”.
“En primer lugar vamos a la habitación a recoger el arma. Levantamos la cama para poder acceder a ella. Estaba oculta a la vista. Había una mancha como de sangre. Después hacen el levantamiento del cadáver, posteriormente vamos a la cocina y cogimos la vaina que había en el fregadero y después donde el frigorífico”.
Para ello se fueron mostrando imágenes al Tribunal del Jurado. Se criticó por la defensa la entrada por Criminalística, ellos defienden que lo hicieron de manera correcta.
El arma tenía huellas, pero “no aptas” para identificarlas, y la bala no se halló
El jefe de la Científica de la Policía Nacional destacó que sus dos policías estuvieron buscando durante horas, “por activa y por pasiva”, la bala, pero que no se pudo dar con ella.
“Miraron por toda la casa y no apareció. Puede ser que alguna de las personas que estuvieron en la vivienda se la llevara con un zapato o que alguien a propósito la hiciera desaparecer”.
Sobre si el arma tenía huellas o no, como la Defensa mantiene, el policía fue tajante: “No decimos que no tienen huellas, decimos que el arma no tiene huellas aptas para poder identificar a nadie. Si es un arma que este hombre la ha cogido más veces, deja señas que la hace ilegible”.
“No hubo lucha, fue un disparo mortal”
En esta vista también se ha conocido la versión de las forenses, que fueron muy gráficas para el tribunal no profesional, señalando por dónde había entrado la bala y cuál había sido la zona de su salida. Sin más detalles escabrosos, las forenses dejaron claro que sufrió heridas graves que le causaron la muerte en poco tiempo.
Quisieron dejar claro que ellas trabajan con datos objetivos, no con hipótesis como les preguntaba la Defensa, y que sabían perfectamente la trayectoria que tuvo la bala dentro del cuerpo de la víctima porque se le realizó la autopsia. “Eso es lo que tenemos todos, lo demás son suposiciones”.
Además, señalaron que el disparo se tuvo que producir a muy poca distancia y que la víctima estaba en posición de defensa con su brazo. “No hubo lucha, fue un disparo mortal”.
La declaración de Cabrera
También tuvo unos minutos el doctor José Cabrera, psiquiatra forense, aunque detallará más el lunes con su informe psicológico del acusado con el que se entrevistó en la prisión de Sevilla.
Hay una diferencia, entre otras, con el informe de las forenses ya que él “cree”, una palabra que utilizó en varias ocasiones, que la víctima tenía el brazo estirado.
“Es una hipótesis que doy, pero aquí me reconstruyo después de todo lo que he oído esta mañana aquí podría tener el brazo como la forense”.
Cabrera cree en la versión de su cliente
En su informe se señala que uno los disparos pudo ser de la hija de la víctima, pero no pudo identificar si fue el primer o el segundo disparo. “Él en ningún momento me dijo que había sido el autor, me dijo que no sabía lo que había pasado”.
“No afirmo taxativamente lo que pasó ahí y le doy más credibilidad la versión de mi cliente”.
Fiscalía preguntó si había escuchado las llamadas del 112, Cabrera señaló que no ha oído esos audios. “Lo vi solo hace unos días, cuando se me lo facilitó. Yo después de saberlo, no cambia mi versión de mi hipótesis”.
“Hubo un forcejeo inicial, el primer disparo dio en la nevera y después en la víctima. Es lo que me dijo el cliente, pero no me acuerdo donde lo he leído ha pasado 3 años ya”.
Ya, por último, se estuvo explicando al jurado el uso del arma por parte del experto en tiro de la Policía Local.
