Cuenta la Ciudad que va a invertir 800.000 euros en quitar todas las losetas resbaladizas. Lo que no cuenta es lo que se ha gastado ya en actuaciones de este tipo y la efectividad de esos parcheos. Hay tramos en los que la gente se cae una y otra vez y la administración no interviene más que para pagar las condenas.
Eso no le duele porque el dinero sale de las arcas municipales, es decir de nuestros bolsillos. Debería existir una condena mayor, una condena que superara lo económico porque cuando a alguien se le advierte de que no está cumpliendo con el debido cuidado y en vez de rectificar se empecina en el error está incurriendo en un delito mucho mayor.
Sentencias hemos publicado, y muchas, en las que se le tira de las orejas a una Ciudad incapaz de mantener seguros a sus vecinos. De ser consecuente con su deber tendría que levantar no solo media Ceuta sino reformar todas las pendientes en las que se incumple la ley porque no tienen siquiera barandillas.
Pero no hacen nada, solo anunciar medidas que saben que pueden cubrir un titular pero son falsas porque su efectividad es nula.
La gente se cae. Llueve y la gente se resbala. Descienden por una cuesta y se celebran los campeonatos de esquí a lo caballa. Las víctimas terminan en el hospital y la Ciudad pagando con el dinero de todos, es decir, despilfarrando.
Los heridos por esta mala actuación cobran sus indemnizaciones pero en muchos casos nunca vuelven a ser los mismos sobre todo si se trata de ancianos.
Llevamos con el cuento de las losetas toda una vida. Llevamos arrastrando la mala decisión de una clase política años y años. Y aquí la institución solo sabe tirar de cheque en vez de pedir explicaciones de la falta de preparación estilada para que quienes ocupan puesto público sepan al menos lo que hacen.
Aquí ya hemos llegado a una situación en que cualquiera puede ser asesor, delegado o consejero sin conocimiento ni preparación de lo que tiene entre manos solo porque le cae bien al alcalde ya que le trae los votos que le hacen falta de determinados colectivos.
El alcalde sigue así calentando silla pero los ciudadanos pagamos el pato de sufrir a unos ineptos que en su día colocaron este tipo de pavimento y estar manteniendo a otros que ni siquiera saben lo que dice la ley ni cómo hay que cumplirla.