Con una rapidez digna de elogio, la Justicia ha actuado contra los presuntos culpables del homicidio del joven tetuaní muerto el viernes por la tarde en la calle Independencia. Se han adoptado las medidas cautelares que establece la ley y los tres acusados han pasado al centro de internamiento de ‘Punta Blanca’, dependiente de la Ciudad Autónoma. Un cuarto ha quedado en libertad al no tener relación con lo ocurrido, aunque desgraciadamente ya ha sido marcado al ser incluso fotografiado mientras se encontraba en el Hospital para unas pruebas forenses. A los tres menores que ya se encuentran en ‘Punta Blanca’ se les ha acusado de los mismos delitos; un acierto a la hora de dar con el señalamiento del verdadero culpable de haber asestado las puñalada al malogrado Ibrahim. En todo este caso cabe destacar la importancia de la colaboración ciudadana prestada por todos los testigos de los hechos que ayer acudieron a declarar durante toda la mañana. Ese es el camino para que el sistema pueda funcionar, la Policía detener y la Justicia sancionar.
Estuvieron en la tarde del viernes en la Jefatura Superior de Policía declarando ante los agentes de la UDYCO, que son quienes han llevado la investigación y ayer por la mañana se ratificaron ante el juez de Menores. Hay que destacar la valentía de estos ciudadanos que han colaborado en todo momento para el esclarecimiento de la verdad. Sin embargo, hay que seguir señalando la insensatez de una pequeña minoría que utilizando la redes sociales y el anonimato sigue expresando odio a través de internet, hasta el punto de difundir mensajes vía móvil falsos alertando de que los menores se habían fugado. Todo un despropósito. Vivimos en una ciudad donde conviven cuatro culturas y esa pequeña muestra de incontrolados no son representativos de los ceutíes, como tampoco estos acusados por la muerte de Ibrahim son una muestra del conjunto de los menores extranjeros no acompañados que reside en el centro de ‘La Esperanza’.
Esta triste situación que se ha vivido no puede ser aprovechada por los insensatos que buscan su minuto de gloria y que al final hacen un flaco favor a la convivencia en Ceuta.