El pleno de la Asamblea aprobó ayer la batería de las propuestas que deben regir el nuevo régimen con la Unión Europea a partir de las negociaciones que abrirá en los próximos meses por parte del Gobierno de nuestro país.
Tal y como explicó el consejero de Economía, Guillermo Martínez, son un total de siete líneas de trabajo. La primera de ellas se refiere a la asignación de fondos europeos, donde destaca por un lado los veinticinco millones en concepto de frontera sur que ya vienen del actual marco comunitario, junto a la aplicaciones de la tasa de treinta y cinco euros por habitante que tienen las regiones ultraperiféricas, además de que se incrementen las tasas de co-financiación, junto con que las propias singularidades de Ceuta se reconozcan en materia monetaria de forma clara.
Asimismo, se desea la aplicación en nuestra ciudad de las políticas en materia de transportes de la Unión Europea, tanto en cuanto a infraestructuras como en la mejora de calidad de los servicios a través de los programas de autopistas del mar.
Se desea que Ceuta tenga un papel preponderante en la redacción de las políticas de vecindad que se establezcan con el vecino Reino de Marruecos, reconociéndose de esa forma el papel que juega esta ciudad en las relaciones con el vecino país.
No se deja tampoco de lado una petición que ya es histórica, analizándose la acción que como frontera sur se realiza en cuanto a la inmigración irregular y que produce una serie de distorsiones en materia financiera. Por esta razón, se quiere que ese posicionamiento tenga carácter financiero.
La Ciudad Autónoma de Ceuta desea, por otro lado, que se flexibilicen los intercambios comerciales desde Ceuta a la Unión Europea para que no se produzcan situaciones como las vividas durante los últimos años con las empresas que se acogieron a las conocidas reglas de origen.
Por último, se quiere que Ceuta se incorpore a los programas comunitarios de nuevas tecnologías.
En su discurso, Guillermo Martínez había efectuado un análisis de la importancia que para Ceuta había tenido la entrada de nuestro país en la Unión Europea, donde en estos veinticinco años se había logrado una inversión de seiscientos millones de euros.
Piensa que nos encontramos ahora mismo en el momento adecuado para realizar una reflexión y más cuando está a punto de comenzar las negociaciones para el próximo marco comunitario que va desde el año 2014 hasta 2020.
La apuesta por un método que se entiende más rápido
Explicó Guillermo Martínez que la Ciudad tenía dos posibilidades a la hora de estos planteamientos. Por un lado, la vía de un reconocimiento de un status parecido al de región ultraperiférica y, por otra, la aceptación por parte de la UE de manera progresiva de las diferentes normas que han de ser variadas para dar ese apoyo específico a Ceuta y Melilla. Se ha apostado por el segundo, dado que el primero conlleva la necesidad de un acuerdo de los veintisiete países.
La posible entrada en la Unión Aduanera salió en el debate
En los turnos de intervenciones la posible entrada de Ceuta en la Unión Aduanera produjo un pequeño debate entre el presidente de la Ciudad, Juan Vivas y el portavoz de la UDCE, Mohamed Alí.
Desde el punto de vista de Alí se debería haber aprovechado esta oportunidad de presentar la batería de propuestas con la petición al Gobierno central para que negocie la entrada en la Unión Aduanera.
Criticó que se prometiera para esta legislatura una solución y que no se haya realizado ninguna petición al Gobierno central.
Le contestó Vivas que el ejecutivo tenía muy clara esa necesidad, pero que aún había una serie de interlocutores económico y sociales que aún no se habían pronunciado y que deseaba ser respetuoso con los mismos.
Alí tampoco está de acuerdo con la vía elegida para el planteamiento de ese reconocimiento y señala que preferiría el de la reforma del Tratado de la Unión, aunque ello conllevara el acuerdo de los veintisiete.
La portavoz socialista, Inmaculada Ramírez, dijo que no podía caber ninguna duda de que el Gobierno socialista apoyaría este conjunto de medidas ante las instituciones comunitarias, contestándole el consejero de Economía y Empleo, Guillermo Martínez, que confiaba que la sensibilidad se convirtiera en efectividad, “puesto que hemos hecho la petición hace varios meses y no nos han contestado aún siquiera sobre lo que les parecía”.