{jaimage crop="ML" /}Acarrea mayor riesgo de mortalidad y discapacidad para el bebé y la madre, según los expertos.
Representantes de la Asociación de Matronas de Ceuta impartieron en las últimas semanas dos charlas informativas sobre las “necesidades especiales y posibles repercusiones en personas con afecciones médicas y embarazadas” del mes de ayuno o Ramadán, cuyo comienzo está previsto en las próximas horas.
Las sesiones se impartieron el jueves pasado a usuarios del Ingreso Mínimo de Inserción Social –IMIS– en la Consejería de Asuntos Sociales ubicada de Hadú y en el Polifuncional del Príncipe la semana anterior.
Estas profesionales obstétrico-ginecológicas recalcaron ante los oyentes que la decisión de guardar ayuno por parte de una persona con una patología “ha de realizarse tras una extensa conversación con su médico sobre los riesgos que implica”.
“Los pacientes con alguna afección y embarazadas deben seguir un plan de control altamente personalizado y es fundamental un estrecho seguimiento para reducir el riesgo de desarrollo de complicaciones”, explicó Silvia Alcolea, presidenta de la Asociación de Matronas de Ceuta.
En cualquier caso, insistió la coordinadora de las ponencias, la decisión de hacer Ramadán suele adoptarse entre la mujer embarazada, el profesional sanitario y un consejero religioso. No obstante, “debería recomendarse enérgicamente que las gestantes no ayunen”, insistió.
Aunque las musulmanas gestantes están exentas del ayuno durante el mes sagrado, la mayoría insiste en guardarlo en las fechas señaladas por las fases de la luna, lamentó el colectivo de sanitarios.
“Los expertos consideran que el ayuno durante el embarazo acarrera un mayor riesgo de muerte y discapacidad tanto para el feto como para la madre”, continuó la máxima representante de esta entidad.
Durante esta falta de ingesta de alimentos por motivos religiosos, expusieron las especialistas ante el público asistente a las charlas, los niveles de glucosa en sangre son más bajos, el feto y la placenta dependen para su desarrollo normal de la glucosa materna como fuente de energía, por ello se hace indispensable que su concentración se mantenga dentro de los límites normales ya que se ha verificado que en ayunos prolongados existe un descenso muy significativo de dicho niveles.