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Su restauración urgía al acercarse su 80 aniversario
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“Si levantas tu mano para matarme, yo no levantaré la mía para matarte porque temo a Allah”, reza en el versículo del Corán en el frontal de la sala de oración
La historia de los musulmanes en Ceuta es la historia de la propia ciudad. Y la mezquita Muley El Mehdi es un hito dentro del devenir de esta comunidad religiosa en el último siglo. Mucho ha llovido desde su inauguración oficial, el 18 de julio de 1940 en un acto que contó con la asistencia de las primeras autoridades militares y civiles tanto de la ciudad como del Protectorado Español en Marruecos. Nada menos que 77 años. Y, pasado ese tiempo, el templo sito en la Avenida Virgen de África requería de una restauración.
La voluntad de la renovada Comunidad Islámica Imam Malik es abrir la mezquita aún más a la ciudadanía y realzar su esplendor. Su presidente, Mohamed Chaib, explicó la importancia de que la población conozca este templo “emblemático” y un “edificio protegido” que es patrimonio “de todos los ceutíes sin distinción de credos”. Su portavoz invitó a visitar “sin complejos” este templo que, además, constituye una “joya arquitectónica”.
La última reforma de urgencia supuso la reparación de su minarete, donde surgieron una serie de problemas estructurales que ponían en peligro su seguridad. Tras esta actuación acometida a través de la Ciudad, recordó Chaib, los fieles se volcaron económicamente en arreglar las humedades y filtraciones de agua además de ejecutar varias reformas interiores.
Después de atravesar la verja y el patio exterior, hay una primera parada obligatoria nada más cruzar la puerta de entrada. La placa que conmemora su construcción financiada con fondos estatales en los albores del Franquismo. Inalterable al paso de las décadas.
La renovación de Muley El Mehdi es externa y estructural, pero también está presente en el mismo corazón de la mezquita: su sala de oración. En el frontal, los versículos del Corán han sido relevados por otro pasaje relativo a Caín y Abel: “Si tú levantas tu mano para matarme, yo no levantaré la mía para matarte porque yo temo a Allah, el dios de todos los mundos”. Un “mensaje indirecto” destinado a los jóvenes “para que sepan que el yihadismo terrorista no tiene cabida en el islam”, destacaron desde la Comunidad.
Imam Malik ha preparado un proyecto con el que optar a las ayudas que convoca la Ciudad Autónoma. Su propuesta supondría más mejoras para el templo porque, precisó Chaib, “no tenemos medios económicos suficientes y hay que equipar las alfombras y remodelar los servicios”, entre otras necesidades pendientes.
Además de un espacio para el rezo, la mezquita ofrece conferencias, la enseñanza religiosa y del árabe porque la educación sirve de vehículo para la transmisión de la tolerancia, el respeto, la solidaridad y la generosidad. Valores que encarnaba la personalidad que da nombre a su Colegio Coránico: el imam Abdeselam Ahmed Hwidar. “Es una persona que ha dado mucho no solo a la mezquita, sino a todos los que de una manera u otra hemos pasado por su escuela. Y queremos tenerle siempre presente”, señaló Chaib.
Mulay El Mehdi tiene convenio con la Consejería de Educación y Cultura a través de la guía Ceuta te Enseña, con la Escuela Viajera y recibe a grupos de distintos lugares del mundo. Los interesados en visitar el templo pueden ponerse en contacto con su oficina en la propia mezquita.
Nueva imagen del templo
Fieles y visitantes, satisfechos con el cambio
- Ampliación de la entrada. Su apertura hace más diáfano el interior de la mezquita y los jardines se han sustituido por losas para aumentar el espacio de rezo –1.500 plazas– ante la afluencia de fieles en Ramadán “que tenían que orar en la calle”.
- Color blanco y negro. Los ribetes verdes de fachada y minarete cambian a este combinación. Una nueva placa luce en el acceso.
- Accesibilidad. Los servicios tienen un cuarto más adaptado a discapacitados como también rige su convenio con la Consejería de Turismo. Los propios usuarios demandaban esta mejora para cumplir con las abluciones.
- Frontal y arcos en la sala. Su decoración se ha mejorado para acentuar su esplendor, “pero aún quedan cosas por hacer”.