Sonríe y aprieta como el que más. Así es Kuki Zalazar, jugador de la Agrupación Deportiva Ceuta.
El natural de Montevideo tiene la confianza ciega de José Juan Romero sobre el césped y ello se ve reflejado en sus minutos sobre el verde: un total de 566, solo superado por el capitán Carlos Hernández.
El enganche es el segundo jugador más utilizado de la plantilla, siendo ya un fijo en el once titular de cada fin de semana.
El Faro de Ceuta se ha puesto en contacto con el protagonista para conversar sobre el poder de la afición, del estado de forma del equipo, sus raíces futbolísticas y mucho más.
- ¿Cómo vivió el partido contra el Cádiz con todo el apoyo de la afición?
La afición estuvo una hora y media esperando a que saliéramos del hotel y se te ponen los pelos de punta.
Luego el ambiente que crearon en el estadio fue una locura, eso habla de la hinchada que tenemos y de las ganas que tienen de vernos. El cariño que te dan día a día es de admirar, es increíble.
- Ahora están en un gran momento, ¿cómo analiza este pasado mes de septiembre y este arranque de octubre?
En cuanto perdimos el miedo a la categoría, tuvimos personalidad y fuimos nosotros mismos, los resultados acabaron llegando.
El equipo ha dado un cambio espectacular, se nos ve más cómodos con balón, corriendo y trabajando.
Se está viendo que hemos dado un pasito hacia adelante y estamos demostrando que el Ceuta no está de paso en la categoría ni mucho menos, porque venimos a competir.

- Con estos siete primeros partidos, ya se van viendo jugadores protagonistas en cuanto a minutos y usted se sitúa segundo, solo superado por el capitán Carlos Hernández. ¿Qué supone esta confianza que le da JJ Romero?
Me ha dado confianza, en mí y en mis cualidades. Estoy muy feliz y yo intento devolverle esa confianza dentro del campo, porque creo que es la mejor manera de hacerlo.
Estoy muy agradecido tanto al míster como al club que han confiado en mí después de momentos bastantes duros que tuve anteriormente en Segunda División.
Ahora puedo demostrar mi fútbol y puedo demostrar que valgo para la categoría.
- Está dando un gran nivel, pero parece que el gol se le resiste. Muchos recuerdan, por ejemplo, ese larguero contra el Racing de Santander. ¿Es algo que le preocupe?
Bueno, al fin y al cabo, en mi posición lo que vale son los números, desgraciadamente. Pero estoy tranquilo porque sé que los goles van a llegar, lo importante es que el equipo gane y que sume puntos.
Estoy teniendo ocasiones y el tanto llegará. Tampoco me quiero agobiar mucho porque sería malo para mí.
- Ya estuvo en la Segunda División y ahora también con protagonismo. ¿Cómo ve esta categoría tan dura?
La Segunda División es muy dura y pasan mil cosas. Son muchos partidos y de verdad que puede pasar cualquier cosa. Un conjunto puede ganarte sin haber hecho nada.
El campeonato también es largo y se lleva el encuentro el que menos errores pueda cometer en las áreas. Hay que ir poco a poco, sumar lo máximo posible.
Cualquiera puede ganarle a cualquiera, como cuando el Andorra ganó en ‘El Sardinero’ o cuando nosotros que hicimos un gran partido contra el Cádiz, que va segundo.

- Quería centrarme en su lado más personal, sobre su familia. ¿En su casa se ha respirado mucho fútbol no?
Sí, somos cinco hermanos y tres somos futbolistas. Mi hermano Rodri está en el Sporting de Braga, Mauro está en el Schalke 04 y a mi padre ya lo conocemos todos, todo lo que ha sido.
Desde pequeños hemos tenido el fútbol entre ceja y ceja. Mi padre siempre nos ha enseñado todo, desde la Escuela de Fútbol Zalazar hasta amar el deporte.
Nos sacaba todos los días a entrenar y aunque ahora estemos desperdigados uno en cada país, somos una familia unida y en la que el fútbol no va a faltar (ríe).
- ¿Qué sentía al ver a su padre en los campos de fútbol?
Cuando yo nací ya se retiró, pero he visto vídeos y todo lo que era. Cuando vivía en Albacete y salíamos a la calle, veía lo que era mi padre para la gente.
De pequeño quizá no le daba importancia, pero cuando he ido creciendo he visto cómo todo el mundo recuerda a mi padre.
Las personas se acuerdan de lo que hizo y es un orgullo, porque mi padre es mi ídolo y para mí es el mejor jugador de la historia del Albacete.
Nos enorgullece a todos los hijos, estamos muy felices con él.
- Y sus hijos, ¿le están saliendo futbolistas también?
Mi hija Daniela le da muy bien al fútbol (ríe). Un par de colegios ya me han dicho que la federe y al pequeño Hugo también le gusta, aunque tiene tres años y todavía no sabe, no se da cuenta.
Daniela, la mayor de 6 años, juega bastante bien, le encanta ponerse equipaciones de fútbol y tengo las paredes de la casa con las marcas de la pelota.
Tampoco estoy obsesionado mucho con eso, ya les enseñaré cuando sean mayores (ríe).
- Para finalizar Kuki, ¿qué espera del partido de este viernes contra el Eibar?
La gente es fundamental para nosotros porque nos da ese empuje de cuando estas cansado para seguir corriendo.
Espero un viernes a las ocho y media con un ‘Murube’ a reventar, con la afición orgullosa de su equipo y las gradas llenas para que podarnos llevarnos la victoria.






