Esta vez fueron casi 16 kilos de cocaína. Más de 600.000 euros según los datos oficiales. Uno de los golpes destacados de la Guardia Civil de Ceuta a este negocio que busca abastecer no solo el mercado de consumo local sino también el del norte de Marruecos.
En los últimos meses han aumentado las intervenciones del Instituto Armado que cumplen casi todas ellas las mismas características: el detenido siempre es un marroquí con residencia en España, habiendo varios casos en los que ha coincidido hasta la provincia en la que residen.
Es evidente que existe una ruta abierta que emplea Ceuta, o pretende hacerlo, como punto de tránsito e introducción de cocaína en Marruecos. Los 15,7 kilos hallados ayer en el tubo de escape de un vehículo conducido por un varón marroquí es demasiada cantidad para atender el negocio del narcotráfico local. De hecho este lote supone uno de los golpes más importantes de los asestados contra el negocio de la cocaína y se suma a los recientes ejecutados por la Benemérita.
El hallazgo se tiene, también el detenido y ahora se está en la labor de tirar del hilo hasta llegar a la organización que está moviendo la entrada de este tipo de estupefacientes a nuestra ciudad, contando con enlaces y receptores tanto en Ceuta como en el norte del vecino país.
La cocaína estaba escondida en el tubo de escape, era difícil de localizar
La droga estaba en el hueco natural del tubo de escape, un espacio en el que “por su ubicación y ocultación” era “prácticamente inapreciable en un simple reconocimiento visual”. La Comandancia local de la Benemérita ha valorado que “por la actitud del ocupante del vehículo y la profesionalidad de los guardias civiles actuantes se ha logrado detectar el lugar donde se encontraba escondido el género intervenido”.
En este caso el detenido tiene 55 años y pasaporte marroquí además de permiso de trabajo y residencia en Bélgica.
En varios de los servicios asociados a esta droga se repiten las mismas características
La intervención tuvo lugar en el transcurso de los controles que realizan los agentes en el desembarco de coches. Controles que también tienen en cuenta una previa evaluación de riesgos sobre prácticas delictivas que llevan a cabo los especialistas de la UDAIFF, integrantes de un grupo de especialistas que coordinan sus labores con la ejecución de registros en el puerto por parte de la Compañía Fiscal y el Servicio Cinológico.
Es sin duda un golpe histórico para el Instituto Armado.