Un kilo de hachís marca la diferencia. Al menos para la abogada del marroquí con residencia en España, R.E.T., que se enfrenta a 3 años y medio de prisión por delito de tráfico de drogas. La magistrada del Juzgado de lo Penal 1 de Ceuta ha suspendido hoy, y por segunda vez, el juicio previsto por un caso que se remonta al pasado 25 de marzo.
El acusado fue detenido en la estación marítima por la Guardia Civil. Se le encontraron inicialmente 2 kilos de hachís repartidos en 180 cápsulas adosados a las piernas. Hasta ahí, nada que discutir. El caso es que solo 24 horas después, el día 26, la misma Guardia Civil encontró otro kilo más de hachís en el cuarto en donde había sido registrado el detenido.
Esa cantidad, repartida en 100 cápsulas, se le atribuye también al acusado, toda vez que la sustancia fue encontrada en la sala para detenidos, custodiada por la Benemérita y en donde se había practicado el registro exhaustivo.
“No se quiere comer algo que no es suyo”
La Fiscalía pide 3 años y 6 meses de cárcel por un delito de tráfico de drogas, tomando como peso final ese montante sumado de las dos intervenciones, valorándose el hachís en 15.129 euros. Sustancia, esta, que quería destinar a su venta a terceras personas.
Su Defensa se niega a que a su cliente se le ‘endose’ ese kilo de más porque, aclara, “no se quiere comer algo que no es suyo”.
La vista se suspendió el pasado 8 de abril por avería en la máquina que analiza la droga y este jueves se ha suspendido porque la Defensa quiere impugnar tanto el informe de toxicología, como también duda de la validez de la pericia realizada y argumenta que se ha roto la cadena de custodia.
A la tercera se intentará la vencida
La magistrada ha señalado vista, de nuevo, para el próximo mes de junio contando esta vez no solo con los guardias civiles que localizaron el hachís sino también con otros efectivos del Instituto Armado y el perito que hizo el informe.
En este caso hay dos atestados distintos, uno de un día y otro de 24 horas después.
Fiscalía ha indicado que el reconocimiento donde se localizó la primera parte del hachís se llevó a cabo en una sala preparada y equipada para ello, mientras que el segundo, solo horas después pero ya en distinto día, se hizo en la misma sala custodiada, hallándose la mercancía debajo de un asiento donde había estado el arrestado.
En la tercera ocasión en que se intente la celebración del juicio se contará con más testigos garantizándose así el derecho de defensa.
Hallazgos por sorpresa
Que los guardias civiles dieran con más droga 24 horas después no es algo anómalo en el grueso de intervenciones que realiza el Instituto Armado. De hecho, en los reconocimientos de vehículos se ha llegado a dar con más hachís del hallado en una primera inspección tras otra más al detalle.
En los casos de reconocimientos a personas que portan hachís también se han llegado a localizar kilos extra en inspecciones en la sala. Aquí fue solo 1, pero en la época de pico de tránsito de culeros se llegó a encontrar gran cantidad de droga debajo del inodoro usado para la evacuación de las bellotas de hachís.
Son hallazgos sorpresa que han llevado, en ocasiones, a suspensiones de vistas orales debido a que le pena de multa sí se ve afectada por el montante final encontrado.
De hecho, los mecánicos de la Guardia Civil acostumbran a seguir revisando los coches una vez se supone que se ha sacado toda la mercancía por si se localiza más en recovecos más complejos.