“Están luchando por su sueño”, explican vecinos de Marruecos testigos de otro intento de llegada de inmigrantes por la ruta de los espigones, esa ruta terrible que ha dejado muertos y desaparecidos frustrando sus esperanzas de cruzar a Ceuta.
Este jueves varios jóvenes se han echado al mar, han intentado desde el espigón que bordea el Tarajal alcanzar este lado arriesgando para ello sus vidas.
Quienes pasean por las inmediaciones se convierten en testigos de una situación complicada en la que la vida y la muerte siguen caminos que parecen desdibujarse. Sus teléfonos móviles se convierten en la herramienta para reflejar esas escenas, para inmortalizar lo que sigue ocurriendo al otro lado del paso.
Marruecos está interviniendo más para evitar estas desgracias, pero los intentos de echarse al agua son incontrolables. Ya el pasado fin de semana se produjeron otros tantos, incluso de menores y una mujer, algo no tan usual en las rutas migratorias.
Las estadísticas que no muestran la realidad
Así se escribe a diario una crónica que luego se traduce en estadísticas, las que difunde el Ministerio del Interior que solo cuenta las personas que llegan a Ceuta no las que intentan ese pase.
Detrás hay historias arriesgadas y mucho sufrimiento acumulado por parte de las familias que esperan saber algo de sus seres queridos perdidos en estas rutas que se erigen en vías de escape de un país que no ofrece alternativas.
Los aspirantes a cruzar aprovechan las jornadas marcadas por situaciones adversas en la climatología para intentar esos cruces. Por parte de Marruecos se ha reforzado la presencia, pero sobre todo se está atendiendo a las informaciones difundidas a través de redes sociales mediante bulos porque pueden movilizar a intentos de entrada basados en falsedades que solo pueden generar riesgos a sus protagonistas.