El alma del flamenco ha vuelto a hacerse notar con fuerza en el Parque Marítimo del Mediterráneo durante la celebración del 54º Festival Flamenco de Ceuta. Bajo un cielo estrellado y en un entorno incomparable, el legendario cantaor jerezano José Mercé ha deleitado a los presentes.
Mercé ha puesto el broche de oro a una noche mágica en la que también han brillaron con luz propia Jesús Méndez y la bailaora Manuela Carpio. La cita, todo un referente cultural del verano ceutí, ha vuelto a demostrar que el flamenco está más vivo que nunca, aunque muchos lo crean extinto en Ceuta.
Lleno completo de sillas
Desde mucho antes del comienzo del espectáculo, el público comenzó a llenar cada rincón del Parque, que cumple 30 años y ningún presente lo ha olvidado.
No ha quedado ni una sola silla libre. La expectación era máxima, y no solo por el cartel de artistas, sino también por la atmósfera que envuelve este festival único. El Parque Marítimo se ha transformado, como cada año, en un templo para los amantes del arte jondo, donde el sonido de la cascada de la piscina se ha fundido con el quejío flamenco y el zapateo de la bailaora Manuela Carpio.
Jesús Méndez inició el espectáculo
La noche comenzó con la actuación de Jesús Méndez, uno de los grandes exponentes actuales del flamenco tradicional.
Con su voz poderosa y sentida, logró captar de inmediato la atención del público. Su entrega sobre las tablas dejó claro por qué es considerado uno de los grandes. Consiguió arrancar al público por palmas a su son y hay quienes no cesaron en ese entusiasmo.
Las bulerías fueron, sin duda, el plato estrella. Aunque no se puede obviar como sorprendió a los presentes con un cante fuera de micrófono, al natural, mirando de frente a su público, dejando vellos erizados en más de un asistente.
Manuela Carpio, el alma del flamenco, el baile
A continuación, el escenario fue tomado por Manuela Carpio, quien llevó la emoción del baile con una actuación que cortó la respiración.
Cada movimiento suyo, lleno de fuerza; y cada gesto de decisión, elegancia y sentimiento, hizo vibrar al público. Su taconeo resonó con intensidad en este espacio al aire libre, marcando el compás de un arte que, cuando se expresa con tal verdad, se convierte en todo un placer para la vista.
Pero no solo Carpio subió al escenario, desde Jerez el arte llegó en volandas con cantaores y guitarristas que derrochaban arte por los cuatro “costaos”, quienes dieron la bienvenida a la reconocida bailaora.
José Mercé, el momento más esperado de la noche
Pero sin duda, el momento más esperado de la noche fue la aparición de José Mercé. El cantaor jerezano fue recibido con una calurosa ovación que dejó claro el cariño que el público ceutí le guarda.
Desde el primer quejío, se apoderó del escenario con su carisma y esa voz que lleva décadas emocionando a generaciones enteras. Cada cante suyo fue celebrado con entusiasmo, con aplausos que retumbaban en el parque y gritos de “¡olé!” que surgían del más profundo sentir.
Para vivir una vez en la vida
“Disfrutar de un espectáculo de José Mercé es algo que todo el mundo debería vivir al menos una vez en la vida”, decía emocionado un asistente entre el bullicio de la multitud.
Para algunos, como un fiel seguidor llegado desde Córdoba solo para ver a Mercé, la experiencia fue más que satisfactoria: “El sitio es precioso, la entrada muy asequible, y Mercé es único”, afirmaba.
Todos esperaban “Ceuta es Así”
Uno de los momentos más esperados de la noche era que Mercé interpretara su ya célebre tema “Ceuta es Así”, una canción dedicada especialmente a nuestra ciudad que fue coreada por buena parte del público.
Con ella, el cantaor reafirma el vínculo especial que le une con esta tierra, donde es recibido siempre con los brazos abiertos.
El flamenco en Ceuta, un sentir único
El 54º Festival Flamenco de Ceuta ha vuelto a poner de manifiesto su relevancia no solo como evento musical, sino como una auténtica celebración de la cultura flamenca. La noche del 11 de julio quedará grabada en la memoria de los asistentes como una de esas veladas en las que el arte trasciende y conecta con lo más profundo del ser humano.





