El eurodiputado Jordi Cañas (Cs) ha vuelto a poner esta semana a las ciudades autónomas bajo el foco de la UE coincidiendo con el aniversario de la “histórica” resolución que impulsó en la Eurocámara tras la crisis de mayo de 2021, en la que se refrendó la inviolable españolidad de Ceuta y Melilla. Casi doce meses después, junto a Vivas y De Castro ha presentado un informe que aborda los pros y contras que existen en los tres grandes desafíos de ambas ciudades ante las instituciones comunitarias: exigir visado a todos los marroquíes que quieran entrar en ellas, abandonar la condición de territorio franco y conseguir un reconocimiento que les facilite el acceso a más fondos y al mantenimiento de sus singularidades económicas y fiscales.
– Usted ve viable que Ceuta y Melilla incorporen completo el acervo Schengen, entren en la Unión Aduanera europea y accedan a un estatus asimilable al de las Regiones Ultraperiféricas?
– Es una triple fórmula que planteo y que no es nueva. Creo que era necesario impulsar el debate ahora que se cumple un año de la resolución del Parlamento europeo sobre los acontecimientos de mayo del año pasado en Ceuta, que demostraron que en ambas ciudades hay una situación insostenible en el tiempo sobre la que hay que tomar decisiones. Esos tres elementos siempre han estado flotando en el debate público de Ceuta y Melilla, dos ciudades europeas en el norte de África que tienen que estar, participar y ser parte de la discusión en la UE y de las soluciones que se planteen. El informe que encargué a ‘Ernst & Young’ deja la pelota ahora en el tejado de ceutíes y melillenses. No son la receta de Jordi Cañas, sino aquellos elementos que considero que se deben poner sobre la mesa en un debate constructivo que permita alcanzar conclusiones.
"Ceuta y Melilla deben estar en Bruselas, que se las tenga en cuenta, que estén en el mapa"
– ¿Llegamos tarde a la necesidad de resolver si conviene o no dar esos pasos?
– Yo solamente miro el retrovisor para adelantar. Ya no se puede volver atrás. Somos el tiempo que nos queda. Probablemente se podía haber hecho antes, se podían haber tomado iniciativas, pero estamos en junio de 2022 y podemos empezar a tomar decisiones. ¿Lo vamos a hacer? No. Es el momento de iniciar un proceso con un calendario concreto para que Ceuta y Melilla digan qué quieren, ya que esto no depende de ambas ciudades, sino de que el Gobierno central, sea del signo político que sea, decida solicitar a las instituciones europeas que participen totalmente del espacio Schengen, que se incorporen a la Unión Aduanera con su especificidad fiscal y que se puedan asimilar a un territorio ultraperiférico. Ceuta y Melilla deben decir qué quieren social e institucionalmente. Sois ‘El Faro’ y este informe pretende ser un faro para guiarnos. Europa es esa luz que hay que seguir porque mientras más presencia y participación institucional de las dos ciudades haya en las decisiones de la UE más va a avanzar con sus problemas, su futuro, su estabilidad y su seguridad. Las luces de los faros nos dicen dónde está la cosa, nos sitúan. Eso es lo que tenemos que hacer, situarnos y decidir adónde queremos ir.
– Los presidentes de Ceuta y Melilla han apalabrado con la Representación Permanente de España ante las instituciones de la UE dar cabida en su seno a oficinas de ambas ciudades. ¿Le parece un avance?
– Me parece una noticia formidable. Ceuta y Melilla deben estar en Bruselas. Si es a través de la Representación Permanente de España ante la UE también es una buena decisión porque participar en el debate de los diferentes consejeros que tratan temas relevantes como infraestructuras, inmigración o economía les permitirá estar presentes, que se las tenga en cuenta, que estén en el mapa, en el radar. Hoy en el plano de Europa hay dos estrellas que son Ceuta y Melilla y lo está viendo todo el mundo en el Parlamento europeo.
"Probablemente se podía haber hecho antes, pero es el momento de plantear un calendario concreto"
– El estudio de ‘Ernst & Young’ interrelaciona los tres desafíos ante la UE e incluso considera los mismos aspectos como ventajas e inconvenientes. ¿Cabe pensar en afrontarlos por separado o son un paquete completo?
– Es un paquete completo. El informe no intenta construir conclusiones, decir si hay que hacerlo o no, pero explica que hace falta una coordinación: Schengen sin Unión Aduanera es muy complicado y al revés, igual. Por eso es importante ver pros y contras y cómo se cruzan. La idea es generar información para tomar una opinión fundamentada en datos que no se pueden compartimentar. El estudio intenta abordar los tres asuntos, sobre todo Schengen y Unión Aduanera, desde su interacción, sus ventajas e inconvenientes. La pregunta es si las primeras son más, si podemos evitar los segundos, si asumimos el reto de intentar avanzar y cambiar el estatus quo, si queremos quedarnos como estamos...
– Sobre todo alerta de que hacerlo mal sería peor que no hacer nada.
– Como todo en la vida, pero quien no arriesga no gana tampoco.
"¿Queremos frontera y aduana? ¿Que la controle solo el país vecino o nosotros también?"
– En relación con la eliminación de la excepcionalidad de Schengen sugiere que seguramente habría que mantener, al menos un tiempo, los controles en el embarque hacia Algeciras...
– Estamos ante una decisión política que tiene unos costes y unas ventajas económicas, pero más allá. Una frontera y una aduana es lo que es. ¿Queremos frontera o no? ¿Que la controle solo el país vecino o nosotros también? Todas estas decisiones tienen derivadas económicas que afectan a los ciudadanos y las empresas, pero también repercusiones políticas, mensajes que se lanzan... ¿Vamos a tomar decisiones solamente en función de lo que le vaya a parecer a Marruecos o pensando en qué es bueno o malo para ceutíes o melillenses de hoy y de dentro de diez, veinte o treinta años?. El contexto está cambiando.
– El estudio está hecho en plena crisis con Marruecos...
– Sí, pero no tiene nada que ver.
"Quien no arriesga no gana tampoco: la pregunta es si asumimos el reto de intentar avanzar”
– ¿No tiene nada que ver que los dos países estén en un enfrentamiento abierto desde el que supuestamente se ha pasado a una nueva etapa de entendimiento y colaboración leal como la que se nos ha anunciado?
– Las relaciones con Marruecos pueden ser buenas, malas o regulares. España debe tener una actitud constructiva y positiva, no debe generar conflictos voluntariamente, pero también tiene el derecho y la soberanía para tomar decisiones en beneficio de sus decisiones, no de cuál sea la reacción del país vecino, y si alguna no le gusta, explicársela. ¿Marruecos nos preguntó si debía potenciar económicamente el entorno de Ceuta y Melilla? ¿Nos preguntó si iba a desarrollar un polo económico alrededor del puerto de Tánger-Med? Pregunto...
"El futuro de Ceuta y Melilla no puede pasar por sus relaciones con el entorno marroquí, sino con la UE”
– Supongo que no.
– Pues lo mismo. Marruecos hace lo que tiene que hacer. El Gobierno de Marruecos, su rey, genera problemas, pero tiene una estrategia perfectamente planificada a corto, medio y largo plazo. ¿España la tiene? Yo creo que la respuesta unánime es no. A corto va reaccionando en función de lo que hace Marruecos: la reapertura de fronteras no ha sido un avance, sino volver a la casilla de salida. El cierre fue parte de una estrategia de asfixia económica para crear una sensación de aislamiento psicológico y económico. Es una estrategia de presión híbrida, de coacción... Es su estrategia, no me parece bien, pero respeto que tienen un plan para que Ceuta y Melilla sean marroquíes. ¿España tiene un plan? ¿Seguimos igual? ¿Y cuando decidan cerrar las fronteras de nuevo? Es como con Rusia: ha tenido que llegar una guerra para que Europa se dé cuenta de que no podía depender de su gas. Espero que la pandemia y el cierre unilateral de los pasos de Ceuta y Melilla nos haya dado la alerta de que su futuro no puede pasar por las relaciones con el entorno marroquí, sino con la UE y el conjunto de España. Esa es la gran apuesta.
– ¿Habría que empezar por Schengen o por la Unión Aduanera?
– Todo camino comienza con el primer paso, que es pedirlo. Entrar en Schengen y en la Unión Aduanera pasa por que el Gobierno de España lo solicite al resto de Estados miembros, que pida eliminar la excepción, mantener la singularidad fiscal si así se decide... Ceuta y Melilla tienen que decir si quieren o no, decidir y actuar en consecuencia.
Los planes de anexión de Marruecos se quedarían en nada si España dispusiese de armamento nuclear táctico.¿Acaso se atreve algún país a atacar a Israel?
debemos de implantar una aduana comercial y Schengen
Este Hombre tiene toda la razón. Es momento de tener un plan serio con las ciudades autónomas frente a Marruecos.
MUY BUENA ENTREVISTA . DEBEMOS DEFENDER NUESTROS INTERESES NO LOS DE MARRUECOS
Sabías palabras cargadas de sentido común...
Desde el primer momento pense : como le ha correspondido a EY que haga el informe. Cual ha sido el proceso de adjudicacion y cuanto han cobrado.